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martes, 23 de abril de 2024

LIBROS POR PALESTINA: LIBRERÍAS Y EDITORIALES CONTRA LA GUERRA


 Desde Libros contra la Guerra, una red de librerías y editoriales comprometidas con la desmilitarización social, la justicia y la veracidad, el Día del libro hacemos público el siguiente vídeo en solidaridad con Palestina.

 TEXTO COMPLETO

Una tormenta de fuego y odio castiga a Palestina. Miles y miles de personas pierden todos los días en Gaza sus hogares, escuelas, hospitales… sus vidas. Un inmenso dolor se añade al de siempre, el que comenzó hace 75 años con la expulsión en masa de un millón de habitantes para crear por la fuerza militar el Estado de Israel en 1948. No es solo una guerra, es pura limpieza étnica, es un genocidio.

En “Libros contra la Guerra”, una red de librerías y editoriales puestas en pie contra las guerras que reúne a una multitud de proyectos culturales comprometidos con la desmilitarización social, la justicia y la veracidad, nos negamos a ser parte del encubrimiento sistemático de décadas de colonización israelí que ha arrastrado a Palestina a una desgracia infinita. Hoy presenciamos un nuevo capítulo de la “Nakba”, de la catástrofe, con las fuerzas de ocupación israelíes cometiendo ataques aéreos mortíferos en la Franja de Gaza, intensificando su bloqueo ilegal que dura ya 16 años, cortando el suministro de agua, combustible y otros bienes esenciales. Además, las fuerzas israelíes han detenido a más de 2.000 personas en la Cisjordania ocupada incrementando el uso de la tortura y otros malos tratos y negando a quienes detienen y a las presas en cárceles israelíes —6.800 personas— el acceso a visitas familiares y a ayuda médica. Mientras escribimos esta declaración, 1,5 millones de habitantes de Gaza, la mayoría refugiadas allí por agresiones israelíes anteriores, han sido desplazadas de sus casas a medida que el bloqueo israelí las priva de alimentos, agua, combustible y suministros médicos básicos, y más de 10.000 han sido asesinadas en todo un mes de bombardeos, 4.200 menores de edad, niñas y niños. Hoy, en un contexto occidental de auge del fascismo, hacemos un llamamiento a la honestidad sobre el pasado y el presente. Exigimos libertad y justicia para Palestina.

En este momento crítico, debemos utilizar todas nuestras herramientas culturales para detener el exterminio de Palestina y sus gentes. Los crímenes del Estado de Israel se apoyan en la destrucción progresiva de la memoria palestina, incluida la destrucción de archivos de su historia, y en una ola creciente de desinformación, la última de una larga campaña para normalizar los asentamientos y la violencia israelíes y, finalmente, conseguir adueñarse de todas las tierras palestinas. Quienes vivimos en países con gobiernos aliados de Israel tenemos la obligación especial de fortalecer el conocimiento público sobre la colonización de Palestina y sus dramáticas consecuencias, y luchar contra el olvido premeditado, la desinformación y la mentira.

Llamamos a:

– Informarse sobre el contexto histórico y las causas fundamentales de los acontecimientos actuales.

– Desconfiar de la supuesta neutralidad informativa. Muchas fuentes de noticias se esfuerzan por presentar las afirmaciones de cada «parte» sin una investigación o contexto independiente, lo que permite propagar la desinformación y encubrir la naturaleza de los acontecimientos actuales.

– Manifestarse contra la censura y apoyar a quienes quieren silenciar por hablar con honestidad sobre la situación en Palestina arriesgando sus profesiones y derechos.

– Que se defienda el derecho a la información y, en coherencia, se restablezca el acceso a Internet en Gaza, junto a todas las demás disposiciones humanitarias.

– Frenar la propaganda de guerra israelí con el desarrollo de programas y actividades en cualquier ámbito cultural y educativo o de enseñanza que incluyan voces palestinas y corrijan narrativas distorsionadas.

– Respaldar la campaña Palestina de «Boicot, desinversión y sanciones» (BDS) que busca presionar al Gobierno israelí para que cumpla con los estándares de derecho internacional, recomendaciones y resoluciones de organismos internacionales como las Naciones Unidas.

– Participar en las movilizaciones de protesta y solidaridad con Palestina.

Exigimos:

– Que nuestro gobierno denuncie con rotundidad las contravenciones israelíes del derecho internacional, las persiga judicialmente por tratarse de crímenes de lesa humanidad, y en coherencia, ponga fin al comercio de armamento con Israel. Solo en 2023, el Reino de España ha comprado material militar a Israel por valor de 300 millones de euros, unido a otros 700 millones comprometidos en adquisición de armamento para los próximos años.

– La entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los ataques y el fin definitivo del asedio.

– El fin total y completo de la ocupación israelí y el respeto al derecho al retorno de todas las personas palestinas exiliadas.

La libertad en Palestina está estrechamente vinculada a la lucha global contra el racismo y la creciente islamofobia, estas fuerzas se interponen en el camino hacia la liberación mundial. Como proyectos culturales que nos esforzamos por fomentar el diálogo, el aprendizaje y el pensamiento crítico, derribar estas barreras es nuestro mayor deseo. Necesitamos estrategias y tácticas que funcionen a largo plazo, que puedan guiarnos en la acción de forma efectiva. Desde esta perspectiva, nos comprometemos a difundir voces de todas las procedencias que exigen una solución política y noviolenta del conflicto, incluso cuando esta parece estar más lejos y cuando desde los poderes estatales y los grandes medios de comunicación siguen empeñados en hacernos creer que todo empezó el pasado 7 de octubre. Creemos que es posible analizar las causas y las consecuencias de lo que está pasando sin asumir con resignación que la violencia es la única solución posible. La ocupación y la guerra para perpetuarla es un crimen contra la humanidad. ¡Del río al mar, Palestina será libre!”.


 

 

martes, 26 de diciembre de 2023

Judith Butler: fragmentos de su conferencia de 7 de febrero de 2013 en el Brooklyn College sobre Palestina y el movimiento BDS

 

Entre los escritores y políticos que han manifestado su apoyo al movimiento BDS de Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel sobresale la filósofa estadounidense de origen judío Judith Butler, de la que recogemos algunos fragmentos de su intervención con Murid Barghouti en el Brooklyn College, conferencia que provocó una gran polémica en los medios universitarios norteamericanos debido a las presiones del lobby proisraelí para que se suspendiera.


Entonces comencé a tomar conciencia y poco a poco me fui convenciendo de que la fundación de Israel se basaba en un crimen contra los palestinos. Después siguieron otros crímenes. La opresión de los

palestinos —que perdieron sus tierras, cuya vida cotidiana se ve perturbada por la ocupación, que siguen viviendo hoy en un estado de depresión permanente— es algo de lo que debemos ocuparnos.

La opresión existe en todo el mundo, pero hay cierto número de cosas que hacen que el conflicto israelo-palestino sea especial. En primer lugar, Israel se presenta ante el mundo como una democracia, un país similar a cualquier otro Estado occidental, cuando de hecho está cometiendo crímenes contra la humanidad. Ha creado un Estado que está dividido según criterios raciales, como el régimen del apartheid en Sudáfrica. Europa y los Estados Unidos lo sostienen en el plano militar y financiero. Hay por tanto una enorme hipocresía: ayudamos a un país que dice ser una democracia, le apoyamos de todas las maneras posibles, y eso que está implicado en crímenes contra la humanidad. ...

La Ley del Retorno israelí se extiende a todos los judíos que viven en la diáspora, lo que significa que si no fuera por mis ideas políticas también yo sería candidata a convertirme en ciudadana de ese Estado. En paralelo, a los palestinos que solicitan el derecho al retorno se les niega. Quienes sostienen que es porque debe preservarse «la superioridad demográfica judía» tienen que preguntarse si eso no es incompatible con los principios democráticos. Si la respuesta es que «los judíos solo estarán seguros si conservan su condición de mayoría», habrá que recordarles que un Estado que se afana por mantener dentro de sus fronteras a un grupo en permanente situación de minoría privada de derechos, que rechaza ofrecer una reparación o el retorno a la población expulsada de sus tierras y hogares, que subyuga a más de 4 millones de personas bajo ocupación sin derecho a desplazarse ni garantías legales ni autodeterminación política, y que a otros 1,6 millones les somete a estado de sitio en Gaza, bajo racionamiento, administrando el desempleo, bloqueando los materiales de construcción para reconstruir las viviendas y las instituciones bombardeadas, aumentando su vulnerabilidad con bombardeos indiscriminados que ocasionan daños y muerte generalizados, habrá que recordarles que cualquier Estado que actúe así engendra un movimiento de rechazo.

Otra de las objeciones que se nos ha planteado es que con el BDS viene un segundo holocausto. Hay que tener mucho cuidado a la hora de usar así el Holocausto, porque convertir el término en un arma para estigmatizar la disidencia política deshonra la memoria de más de 6 millones de judíos y otros 4 millones de gitanos, homosexuales, personas discapacitadas, comunistas y enfermos físicos y mentales masacrados. Judíos o no, debemos mantener intacta y viva esa memoria histórica, y rechazar tanto el revisionismo como que se explote políticamente. No se puede explotar ni reavivar el trauma de las atrocidades de Hitler para acusar y silenciar a quienes sostienen opiniones políticas diferentes, incluyendo las críticas legítimas al Estado de Israel. Tales prácticas no solo instrumentalizan y degradan la memoria del genocidio nazi, sino que contribuyen a que se generalice cierto cinismo cuando surgen acusaciones de antisemitismo y posibles premoniciones de un nuevo genocidio.

Después de todo, cuando estas expresiones se intercambian como munición de guerra, se convierten en toscos instrumentos de censura y autolegitimación y dejan de dar nombre y aludir a la terrible realidad política que las dotó de significado. Cuanto más se explotan tácticamente tales acusaciones e invocaciones, más escéptica y cínica se vuelve la opinión pública sobre su verdadero uso y significado. Hacerlo implica violar ese episodio de la historia, insultar a la generación de supervivientes y volver a poner en circulación con hipócrita vehemencia un asunto traumático —en una especie de frenesí sádico, para decirlo sin rodeos— con el único fin de defender y legitimar el régimen de un Estado altamente militarizado y represivo. Sobre el uso del Holocausto para legitimar el carácter destructivo y militar israelí, Primo Levi escribió en 1982: «Niego toda validez a esa defensa».

La conferencia se recoge en el libro BDS por Palestina (págs. 231-247).

Vídeos subtitulados sobre Palestina

viernes, 10 de noviembre de 2023

Libros con Palestina: declaración en solidaridad con Gaza, 2023

 COMUNICADO PÚBLICO

Libros con Palestina: declaración en solidaridad con Gaza, 2023


Una tormenta de fuego y odio castiga a Palestina. Miles y miles de personas pierden todos los días en Gaza sus hogares, escuelas, hospitales... sus vidas. Un inmenso dolor se añade al de siempre, el que comenzó hace 75 años con la expulsión en masa de un millón de habitantes para crear por la fuerza militar el Estado de Israel en 1948. No es solo una guerra, es pura limpieza étnica, es un genocidio.

En "Libros contra la Guerra", una red de librerías y editoriales puestas en pie contra las guerras que reune a una multitud de proyectos culturales comprometidos con la desmilitarización social, la justicia y la veracidad, nos negamos a ser parte del encubrimiento sistemático de décadas de colonización israelí que ha arrastrado a Palestina a una desgracia infinita. Hoy presenciamos un nuevo capítulo de la "Nakba", de la catástrofe, con las fuerzas de ocupación israelíes cometiendo ataques aéreos mortíferos en la Franja de Gaza, intensificando su bloqueo ilegal que dura ya 16 años, cortando el suministro de agua, combustible y otros bienes esenciales. Además, las fuerzas israelíes han detenido a más de 2.000 personas en la Cisjordania ocupada incrementando el uso de la tortura y otros malos tratos y negando a quienes detienen y a las presas en cárceles israelíes —6.800 personas— el acceso a visitas familiares y a ayuda médica. Mientras escribimos esta declaración, 1,5 millones de habitantes de Gaza, la mayoría refugiadas allí por agresiones israelíes anteriores, han sido desplazadas de sus casas a medida que el bloqueo israelí las priva de alimentos, agua, combustible y suministros médicos básicos, y más de 10.000 han sido asesinadas en todo un mes de bombardeos, 4.200 menores de edad, niñas y niños. Hoy, en un contexto occidental de auge del fascismo, hacemos un llamamiento a la honestidad sobre el pasado y el presente. Exigimos libertad y justicia para Palestina.

En este momento crítico, debemos utilizar todas nuestras herramientas culturales para detener el exterminio de Palestina y sus gentes. Los crímenes del Estado de Israel se apoyan en la destrucción progresiva de la memoria palestina, incluida la destrucción de archivos de su historia, y en una ola creciente de desinformación, la última de una larga campaña para normalizar los asentamientos y la violencia israelíes y, finalmente, conseguir adueñarse de todas las tierras palestinas. Quienes vivimos en países con gobiernos aliados de Israel tenemos la obligación especial de fortalecer el conocimiento público sobre la colonización de Palestina y sus dramáticas consecuencias, y luchar contra el olvido premeditado, la desinformación y la mentira.

Llamamos a:
- Informarse sobre el contexto histórico y las causas fundamentales de los acontecimientos actuales.
- Desconfiar de la supuesta neutralidad informativa. Muchas fuentes de noticias se esfuerzan por presentar las afirmaciones de cada «parte» sin una investigación o contexto independiente, lo que permite propagar la desinformación y encubrir la naturaleza de los acontecimientos actuales.
- Manifestarse contra la censura y apoyar a quienes quieren silenciar por hablar con honestidad sobre la situación en Palestina arriesgando sus profesiones y derechos.
- Que se defienda el derecho a la información y, en coherencia, se restablezca el acceso a Internet en Gaza, junto a todas las demás disposiciones humanitarias.
- Frenar la propaganda de guerra israelí con el desarrollo de programas y actividades en cualquier ámbito cultural y educativo o de enseñanza que incluyan voces palestinas y corrijan narrativas distorsionadas.
- Respaldar la campaña Palestina de «Boicot, desinversión y sanciones» (BDS) que busca presionar al Gobierno israelí para que cumpla con los estándares de derecho internacional, recomendaciones y resoluciones de organismos internacionales como las Naciones Unidas.
- Participar en las movilizaciones de protesta y solidaridad con Palestina.

Exigimos:
- Que nuestro gobierno denuncie con rotundidad las contravenciones israelíes del derecho internacional, las persiga judicialmente por tratarse de crímenes de lesa humanidad, y en coherencia, ponga fin al comercio de armamento con Israel. Solo en 2023, el Reino de España ha comprado material militar a Israel por valor de 300 millones de euros, unido a otros 700 millones comprometidos en adquisición de armamento para los próximos años.
- La entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los ataques y el fin definitivo del asedio.
- El fin total y completo de la ocupación israelí y el respeto al derecho al retorno de todas las personas palestinas exiliadas.

La libertad en Palestina está estrechamente vinculada a la lucha global contra el racismo y la creciente islamofobia, estas fuerzas se interponen en el camino hacia la liberación mundial. Como proyectos culturales que nos esforzamos por fomentar el diálogo, el aprendizaje y el pensamiento crítico, derribar estas barreras es nuestro mayor deseo. Necesitamos estrategias y tácticas que funcionen a largo plazo, que puedan guiarnos en la acción de forma efectiva. Desde esta perspectiva, nos comprometemos a difundir voces de todas las procedencias que exigen una solución política y noviolenta del conflicto, incluso cuando esta parece estar más lejos y cuando desde los poderes estatales y los grandes medios de comunicación siguen empeñados en hacernos creer que todo empezó el pasado 7 de octubre. Creemos que es posible analizar las causas y las consecuencias de lo que está pasando sin asumir con resignación que la violencia es la única solución posible. La ocupación y la guerra para perpetuarla es un crimen contra la humanidad. ¡Del río al mar, Palestina será libre!".

11 de noviembre de 2023

Libros-con-Palestina


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NOTA: Adjuntamos la imagen que usaremos a modo de símbolo de esta campaña cultural.
Se trata de una adaptación realizada para la ocasión de Handala, el personaje icónico del dibujante palestino Naji al Ali (1938-1987), asesinado de un disparo en el rostro en Londres donde vivía exiliado.
Handala representa a un niño refugiado palestino, empobrecido y descalzo, que nos da la espalda mientras es testigo de la ocupación y de la violencia israelí. Handala es una representación simbólica de quien lo creó y de quienes sufren lo mismo, nació con diez años y siempre tendrá diez años. Esa es la edad que su autor tenía cuando salió a la fuerza de Palestina y sólo crecerá cuando regrese a su tierra. Las normas de la naturaleza no se cumplen en Handala, porque su vida sólo será natural cuando pueda volver a su hogar.
Su nombre proviene de Al Handal, el nombre árabe de una planta de raíces tan profundas que siempre vuelve a crecer aunque la arranquen y que da un fruto tan amargo que ni los animales más hambrientos del desierto lo comen, encarna la amargura, la resistencia y la dignidad.

martes, 7 de noviembre de 2023

BIBLIOTECARIOS Y ARCHIVEROS CON PALESTINA SE SOLIDARIZAN CON GAZA DESDE ESTADOS UNIDOS

 Bibliotecarios y archiveros con Palestina: Declaración sobre Gaza 2023

Estamos siendo testigos de un genocidio en Palestina. 75 años después de la Nakba, la expulsión masiva de casi un millón de palestinos de sus hogares para crear el Estado de Israel en 1948.



Como grupo de libreros, bibliotecarios, archiveros y otros trabajadores de la información comprometidos con la justicia en Palestina, hemos trabajado para comprender cómo se ha distorsionado la historia para encubrir décadas de colonización israelí. Visitamos los restos de la aldea norteña de Saffourieh, una de los cientos de aldeas arrasadas para destruir la memoria de sus habitantes. Escuchamos a nuestros colegas palestinos hablar sobre la destrucción de sus archivos y su lucha por preservar los documentos comunitarios que conectan a los palestinos con su tierra. Hoy somos testigos de un nuevo capítulo de la Nakba, cuando las fuerzas de ocupación israelíes llevan a cabo ataques aéreos en la Franja de Gaza y ahora también en Cisjordania. En el momento de escribir este artículo, 1,5 millones de residentes de Gaza, la mayoría de los cuales son refugiados de agresiones israelíes anteriores, han sido desplazados de sus hogares a medida que el bloqueo los priva de alimentos, agua, combustible y suministros médicos esenciales. Hoy hacemos un llamamiento a la honestidad sobre el pasado y el presente. Por encima de todo, pedimos libertad y justicia para los palestinos.

La lucha inquebrantable del pueblo palestino por la libertad está respaldada por la memoria colectiva palestina que décadas de exilio y represión no han logrado erradicar. Este recuerdo se conserva en las llaves de las casas que todavía llevan al cuello, en historias orales y archivos familiares, en las obras de artistas y escritores, y en los llamamientos de los refugiados que resuenan hoy en todo el mundo. Junto a todos aquellos que preservan y honran esta historia, ofrecemos especial solidaridad a nuestros colegas bibliotecarios y archiveros en Palestina.

En este momento crítico, debemos utilizar nuestras herramientas como trabajadores de la información. El apoyo a las actuales acciones de Israel se basa en una creciente ola de desinformación, la última de una larga campaña para normalizar los asentamientos y la violencia israelíes. Aquellos de nosotros que vivimos en países que apoyan a Israel tenemos la obligación especial de fortalecer nuestro conocimiento de los medios de comunicación y combatir la desinformación.

Hacemos un llamamiento a todos a tomar las siguientes medidas:

  •      Informarse sobre el contexto histórico y las causas fundamentales de los acontecimientos actuales para que vuestras acciones y palabras estén bien documentadas.
  •      Desconfiar del “sesgo de neutralidad”. Muchas fuentes de noticias se esfuerzan por presentar las afirmaciones de cada “parte” sin una investigación o contexto independiente, lo que permite propagar la desinformación y encubrir la naturaleza de los acontecimientos actuales.
  •      Manifestarse contra la censura y apoyar a los académicos, activistas y periodistas que han hablado sin tapujos sobre la situación en Palestina y arriesgan pérdidas profesionales y maniobras para silenciar sus voces.
  •      Mantener estas difíciles conversaciones con vuestra comunidad y denunciar el trato que Israel da a los palestinos.


Recomendamos
Descolonizar Palestina como un punto de partida accesible para aprender más sobre Palestina. Los bibliotecarios y archiveros de Palestina han desarrollado una lista de recursos para fuentes de información y estudios adicionales.

Finalmente, afirmamos que la libertad en Palestina está estrechamente vinculada a la lucha global contra el racismo y el imperialismo. Estas fuerzas se interponen entre nosotros y un mundo en el que todas las personas puedan intercambiar información e ideas. Como trabajadores de la información que nos esforzamos por fomentar el diálogo y el aprendizaje, derribar estas barreras es nuestro mayor deseo. Desde esta perspectiva, apoyamos firmemente el derecho de todas las personas a resistir la opresión.

En apoyo a nuestros colegas en Palestina, en apoyo al pueblo palestino y en apoyo de la justicia para todos, formulamos las siguientes demandas:

  •      Exigimos que se defienda el derecho a la información como un componente esencial de la libertad humana y pedimos a los grupos de derechos humanos y agencias gubernamentales que presionen para restablecer el acceso a Internet en Gaza, junto con otras disposiciones humanitarias.
  •     Instamos a la comunidad internacional de trabajadores de la información a que respalden el llamamiento palestino al boicot, la desinversión y las sanciones (BDS) y que los trabajadores estadounidenses conozcan los intentos de legislar contra el BDS, que constituyen serias amenazas a los derechos de la Primera Enmienda.
  •      Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores de la información para que se informen sobre la propaganda de guerra israelí y se esfuercen en combatirla mediante acciones como el desarrollo de colecciones, programación pública y enseñanza universitaria que incluyan voces palestinas y corrijan narrativas distorsionadas.
  •      Insistimos en que nuestros gobiernos pongan fin a la ayuda militar a Israel, al encubrimiento diplomático de las contravenciones israelíes del derecho internacional y a todas las demás formas de apoyo a la ocupación de tierras palestinas.
  •      Exigimos la entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los ataques y el fin definitivo del asedio.
  •      Exigimos el fin total y completo de la ocupación israelí y el respeto al derecho al retorno de todos los palestinos.


Sólo aplicando estas condiciones se podrá lograr una paz justa y duradera.


Apoyo:

Asociación de bibliotecas abolicionistas

Biblioteca gratuita Tamarack (Oakland, CA)

Bibliotecarios y Archiveros con Palestina (LAP) es una red de bibliotecarios, archiveros y trabajadores de la información que se solidarizan con la lucha palestina por la autodeterminación. Nuestra red está formada por miembros individuales, un comité directivo y un consejo asesor. Cualquier bibliotecario, archivero o trabajador de la información que acepte nuestros principios puede unirse a la red y luego tendrá la oportunidad de unirse a grupos de trabajo y ayudar con diversos proyectos a corto plazo y en curso. Nuestro comité asesor palestino incluye bibliotecarios, archiveros, trabajadores de la información y activistas que trabajan en bibliotecas públicas, bibliotecas universitarias, archivos, museos y ONG que trabajan en temas que van desde los derechos de los prisioneros hasta la preservación de la memoria cultural.

Fuente: Bibliotecarios y archiveros con Palestina

martes, 28 de febrero de 2023

GRUPOS JUDÍOS DE TODO EL MUNDO APLAUDEN A LA ALCALDESA DE BARCELONA ADA COLAU

 

El colectivo judío internacional por la justicia en Palestina (IJCJP, por sus siglas en inglés) lo componen grupos y personas judías procedentes de quince países. Desde numerosas ciudades de todo el mundo, sus adherentes celebran la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de interrumpir las relaciones con Israel hasta que todas las personas de Israel/Palestina disfruten plenamente de sus derechos, su seguridad y su autodeterminación.
 
Las ciudades son actores esenciales de la justicia social, pues son el centro de nuestra vida cotidiana. Personas de todas las etnias e identidades comparten las calles, las escuelas, los autobuses, la cultura y los acontecimientos de nuestras ciudades. Creamos lazos, nos ayudamos mutuamente en caso de necesidad y con nuestra diversidad enriquecemos la vida urbana.
 
No sucede así en Israel, donde el apartheid reparte los derechos, el espacio, los servicios públicos, la protección, la justicia y las perspectivas de vida según criterios étnicos.
Mientras que las ciudades de Israel no sean compartidas, no debemos normalizar la violencia estructural del apartheid. Agradecemos a la alcaldesa y los ciudadanos de Barcelona que se hayan negado a no querer ver abusos que no tolerarían en sus propias calles. Gracias a acciones basadas en principios como los de Barcelona, podemos exigir un cambio.
 
Nos entristece constatar que la alcaldesa Colau haya sido atacada por haber apoyado derechos humanos y políticos universales. El principio de que todos los miembros de la sociedad deban vivir con arreglo a una única e idéntica ley es al mismo tiempo una enseñanza tradicional judía y un pilar de la justicia laica. Nos sentimos solidarios de los barceloneses que han actuado para hacerlo respetar.
 
El ejemplo de Barcelona nos llama a redoblar esfuerzos a escala local para que nuevas ciudades defiendan la justicia.
 
Signatarios:
International Jewish Collective for Justice in Palestine
Alternative Jewish Voices of Aotearoa New Zeland
South African Jews for a Free Palestine (SAJFP)
Jews Say No, US
Jewish Voice for a Just Peace in the Middle East, Germany
Zochrot, Israel
International Jewish Anti-Zionist Network (IJAN), Argentina
International Jewish Anti-Zionist Network (IJAN), España
Boycott from Within  (Israeli Citizens for BDS)
UJFP (French Jewish Peace Union)
Jewish Network for Palestine (JNP), Reino Unido
Jewish Voice for Peace, US
Jews 4 Palestine-Ireland
Independent Jewish Voices, Canadá
Jews Against the Occupation, Australia
Jewish Voice for Labour (Reino Unido)
Texto completo en BDS France

domingo, 1 de diciembre de 2013

La normalización es más Ocupación




 La Asociación de Editores de Libro Político Contrabandos ha querido sumar su voz a la de quienes han puesto de manifiesto el error de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara al nombrar a Israel país invitado de honor en 2013.

Sabido es que el Estado israelí, contraviniendo la legislación internacional, mantiene en una situación de bloqueo absoluto a la población de Gaza, no cesa de construir colonias y muros de separación en los Territorios Ocupados y mantiene a cientos de palestinos, incluso niños, en sus cárceles, sin las debidas garantías jurídicas.

Palestina vive quiere sumarse a las iniciativas que ha habido en México para denunciar la ausencia de la producción intelectual palestina en la FIL y recordar que el activismo internacional por Palestina es un instrumento fundamental para desenmascarar la lógica perversa de la ocupación-normalización. 


El libro puede descargarse en formato e-book en Contrabandos



 LA NORMALIZACIÓN ES MÁS OCUPACIÓN


La Ocupación israelí de Palestina tiene un aliado estratégico en las políticas de normalización cuidadosamente diseñadas por el Gobierno de Israel. La normalización pretende borrar la historia, el derecho internacional y la noción misma de justicia para consumar a nivel internacional el estado de cosas interno: Israel es la sola realidad, y los palestinos, si acaso, un apéndice molesto, y con fecha de caducidad. La voracidad de los colonos y la creciente agresividad del apartheid se encargarán de ello. De legislar para que así sea ya se ocupa el Gobierno, el actual, el anterior y el que venga. Tal es la lógica israelí: cuestión de tiempo y Palestina será una palabra proscrita. Ya alertaba de ello Mahmud Darwish, que no sin sorna corregía al que le llamaba “poeta palestino”, y se reclamaba “poeta de Palestina”.

En el terreno de la cultura, uno de los últimos episodios de esta normalización impune es la Feria Internacional del Libro que se celebra en Guadalajara (México) del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2013. Se trata del mayor evento económico y promocional del mercado editorial en lengua española, y uno de los mejores escaparates de la cultura iberoamericana. El país invitado de honor en esta ocasión ha sido Israel, al que, según reza la información oficial, se le franquean las puertas para que muestre lo mejor de su producción intelectual de la mano de sus escritores, editores, investigadores y artistas. Ni una mención a Palestina, por supuesto, pero ni una sola referencia tampoco a los palestinos, ni a los del Interior, el 20 % de la población israelí, ni mucho menos a los que viven bajo el régimen de Ocupación en Cisjordania, Jerusalén Este o Gaza. Porque es sabido que la “marca Israel” presenta la cultura y la democracia israelíes como un oasis de civilidad en medio de la barbarie oriental. Palestina vive quiere sumarse a las iniciativas que ha habido en México para denunciar esta ausencia de la producción intelectual palestina en la FIL. Quiere con ello recordar que el activismo internacional por Palestina es un instrumento fundamental para desenmascarar la lógica perversa de la ocupación-normalización.  Los testimonios de Rachel Corrie y Vittorio Arrigoni recogidos en estas páginas son, por desgracia, tan actuales como su propia lucha.

Pero además, y sobre todo,
Palestina vive quiere mostrar cómo dentro de la sociedad palestina la lucha contra la Ocupación y por la consecución de una resolución justa del conflicto viene desarrollando su propia dinámica intelectual y cultural. El año 2005 supuso un importante punto de inflexión. Fue entonces cuando más de un centenar de asociaciones cívicas, sindicatos y grupos palestinos de diversas tendencias lanzaron la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para canalizar la presión interior y exterior contra Israel, siguiendo el modelo de la campaña internacional contra el régimen segregacionista de Sudáfrica. El BDS ya está teniendo sus consecuencias en el ámbito sindical, empresarial, académico y cultural europeo, también en España. A su vez, a nivel interno palestino, es notorio cómo la campaña del BDS ha facilitado la incorporación a la lucha contra la Ocupación de sectores de la sociedad tradicionalmente marginados. Haneen Maikei, en una certera entrevista que reproducimos, da cuenta de cómo se ha producido esta evolución entre los grupos LGBT, lo cual refleja la vitalidad de los debates políticos e intelectuales palestinos en marcha. Igualmente vibrante es la cuestión de la futura configuración estatal, que Edward Said replanteó en 1999 con su reflexión sobre la necesidad de actualizar la idea binacional. Hoy, bien muerto y enterrado Oslo, el Estado binacional concita el interés tanto de los palestinos israelíes como de la diáspora, aunque suscita más dudas entre quienes viven día a día la Ocupación y cifran en la solución de los dos Estados su futuro. Todo ello está cambiando, y Mustaphá Barghouthi así lo discute con Eric Hazan en el diálogo aquí recogido.     

Por último, y no con menor interés,
Palestina vive  también quiere asomarse a la creación literaria palestina. Los autores que se recogen en esta selección hablan de la injusticia, de la guerra, del absurdo y de las formas de resistir y elevarse. Hablan de Palestina, y ya se sabe que sólo existe lo que se nombra.

Luz Gómez García