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sábado, 30 de agosto de 2025

POESÍA DESDE GAZA



 "La bala", por Sahar Rabah

 

 

La bala pasa junto a ti

en la estela de su eco cuentas los deseos

estás agotado de esperarlos los absuelves

y dices: tal vez haya más esperando a toda una vida.

 

La bala pasa junto a ti

así que esbozas un cordel y un avión de papel

los dedos misericordiosos de un niño lo atrapan

solo para que el azar también te libre

de la sangre de la masacre.

 

La bala pasa junto a ti

duermes una hora más

sueñas que una rosa crece

en el fondo de tus venas

y una lluvia ligera cae sobre

los bordes del corazón para

hacer sitio al poema

 

la bala pasa junto a ti

los árboles de sombra se estiran y dormitan

como tu pena olvidada por allí

más allá de la valla al cementerio.

 

La bala pasa junto a ti

una paloma sacude las estrellas de sus alas

arrojando paz sobre tu oscuro camino.

 

La bala pasa junto a ti

y sonríes por toda una historia

de vida entregada también por

accidente y casualidad.

 

El color de la flor, por Sahar Rabah

 

Rezamos para que el color de la flor

haga brotar en nosotros el sueño de cruzar

la estrecha oscuridad y colgar

nuestras ropas al sol para que se sequen

de todas las lágrimas de la guerra y correr

con el recuerdo de un niño

que perdona al país y

juega descalzo junto a los escombros

 

 


jueves, 21 de agosto de 2025

EL ÚLTIMO DÁTIL. LA HISTORIA DEL ÚLTIMO DÁTIL EN GAZA

 

LA HISTORIA DEL ÚLTIMO DÁTIL EN GAZA

 

Asem Alnabih | La Intifada Electrónica | 12 de agosto de 2025

 

El dátil pasó de un miembro de la familia del autor a otro.

 

Es sólo un dátil. Un simple trozo de fruta seca de cuatro centímetros. Pero aquí en Gaza, donde nada es fácil y todo tiene un significado, incluso un dátil se convierte en un símbolo de resistencia, sacrificio y amor.

Guardé este dátil durante seis meses. Lo había encontrado y guardado para lo que imaginaba que serían los días más oscuros: los días en los que la comida desaparecería de los estantes, en los que el hambre envolvería nuestras vidas, en los que compartir incluso una migaja se convertiría en un acto de resistencia.

 

Esos días son ahora

 

Como a muchos gazatíes, me encantan los dátiles. A mi madre también le encantan. Hace unas semanas, decidí que había llegado el momento de desprenderme de mi pequeño tesoro. Le di el dátil a mi madre. A la mañana siguiente, se lo dio a mi hermana menor, Nesma. Y luego Nesma se lo dio a nuestro sobrino Mo'men, de 2 años.

 

Un silencioso acto de amor

 

Ese único dátil, que pasó de mano en mano, se convirtió en un silencioso acto de amor en un mundo que se derrumbaba a nuestro alrededor.

Por eso, cuando mi madre le dio el dátil a Nesma, no se trataba sólo de comida. Era un gesto de confianza y esperanza: Esto es para ti, hija mía. Tú lo necesitas más que yo.

Y Nesma, a su vez, eligió dárselo a Mo'men. Nació apenas dos meses antes de que empezara la guerra y crecerá sin su padre, Moataz Rajab, asesinado durante el genocidio.

Moataz era un hombre amable y educado que obtuvo su título de posgrado en economía justo una semana antes de la guerra.

Mo'men nunca recordará la voz de su padre. Pero, en ese momento, recibió un dátil. Y con él, recibió una historia que volverá a escuchar años después.

 

Quiénes somos

 

Nadie en mi familia quería comerse el último dátil y negarle a otro su dulzura. Así somos en Gaza, no sólo supervivientes, sino donadores. Damos incluso lo poco que nos queda. No porque seamos santos, sino porque el amor y la dignidad son lo único a lo que podemos aferrarnos cuando todo lo demás nos ha sido arrebatado.

La guerra puede revelar lo peor de las personas. Aquí, en Gaza, también saca lo mejor. Nuestras calles están llenas de dolor y escombros, pero también de bondad. Pequeños gestos como pasar un dátil dicen mucho de lo que somos.

Algunos dirán que es solo un dátil. Pero yo veo en él toda la historia de Gaza: privación y generosidad, desesperación y desafío, los estrechos lazos de la familia y la negación a rendirse a la crueldad. Este dátil, guardado y compartido, es un pequeño acto de rebelión frente a un sistema que intenta despojarnos de todo, incluso del derecho a alimentar a nuestros hijos.

En Gaza hemos redefinido la riqueza. La riqueza no es lo que atesoras, sino lo que regalas, y se mide por la fuerza de los lazos que mantienen unidas a familias y vecinos. En un mundo que intenta reducirnos a estadísticas, nos hemos convertido en narradores. Un solo dátil lleva la historia del amor de una familia, la supervivencia de un niño, la ausencia de un padre y la negativa de un pueblo a dejar de ser humano.

La gente nos pregunta cómo sobrevivimos. Cómo seguimos adelante cuando las bombas siguen cayendo, cuando el hambre roe a nuestros hijos, cuando no hay certeza de que viviremos para ver el próximo amanecer. Mi respuesta es: sobrevivimos los unos por los otros. Sobrevivimos porque en Gaza nadie quiere comerse el último dátil. Y sobrevivimos porque todos soñamos con que pronto llegue un día de libertad y abundancia de dátiles.

El dátil ya no está, se lo ha comido un niño demasiado pequeño para saber lo que significa. Pero el acto permanece, como las ondas de un guijarro arrojado al agua. Es en estas ondas, en las historias que contamos, en la forma en que nos negamos a olvidar, donde Gaza sigue viva.

Asem Alnabih es ingeniero e investigador de doctorado residente en la ciudad de Gaza. Es portavoz del Ayuntamiento de Gaza y ha escrito para muchas plataformas tanto en árabe como en inglés.

Fuente: The Electronic Intifada 

 

domingo, 3 de agosto de 2025

Carta de Najat, hija de refugiados palestinos en Italia, a la senadora Liliana Segre, superviviente del Holocausto

 

Sra. Liliana Segre:

Usted está molesta porque se utiliza la palabra “genocidio” para la masacre de Gaza, como si esta palabra fuera un privilegio, una insignia de honor, o incluso una exclusividad.

Créame, los palestinos no hemos robado la palabra, ni queremos hacerlo. En todo caso, fueron quienes ustedes conocen bien quienes la hicieron a la medida de nuestro cuerpo, de nuestra firmeza y de nuestra adhesión a nuestra tierra.

Pero como usted también puede ver, ¡las letras de esta palabra están empapadas de nuestra sangre, nuestras lágrimas y nuestro dolor! En esta palabra se puede oír el eco de la explosión de casas, hospitales, iglesias, mezquitas mientras estamos condenados a oír incluso las risas de los soldados israelíes cuando bombardean indiscriminadamente y luego lo celebran como si fuera un juego para ellos. Retire la palabra «genocidio», querida señora, a cambio de devolvernos más de 30.000 vidas.


 

Recupere esta palabra y devuélvanos a Hind, la niña de sólo 7 años a la que el mundo entero oyó llorar en su coche durante días, rodeada por los cadáveres de sus familiares y los tanques israelíes.

Recupérela y devuélvanos a Yazan, de 6 años, que murió de desnutrición porque Israel bloquea el acceso de la ayuda humanitaria.

Recupérela y devuélvanos a Mohammed, de 16 años, quemado vivo.

Recupérela y devuélvanos a Mustafa, de 14 años, asesinado cuando iba a la escuela.

Recupérela y devuélvanos a Rami, de 13 años, que celebraba el Ramadán con fuegos artificiales.

Recupérela y devuélvanos a Ahmed, de 8 años, que murió sólo porque reclamaba un saco de harina.

Recupérela y devuélvanos los miembros de nuestros hijos, sus ojos, sus brazos, sus piernas e incluso su sonrisa despreocupada.

Y nosotros, querida Segre, prometemos que nunca más utilizaremos la palabra «genocidio» en nuestra lengua. Si hay algo que nos gustaría por encima de todo, es no tener que utilizar esta maldita palabra. Simplemente porque somos un pueblo que ama la vida y merece la vida...

Najat,17 de marzo de 2024


 

Esta carta abierta dirigida a la senadora vitalicia italiana Liliana Segre, superviviente del Holocausto, respondía a unas declaraciones de esta última en la que afirmaba:

"Cuando se mata de hambre a una población, existe el riesgo de llegar a lo indecible. Ver a Israel hacerlo es desgarrador. Pero el uso de ese término es complaciente. La insistencia en imponerlo a todo el mundo, principalmente a los judíos, es morbosa".

Liliana Segre, nacida en 1930 en Milán, fue expulsada de su escuela a raíz de la promulgación de las Leyes raciales italianas del régimen de Mussolini en 1938. Cuando su familia intentó refugiarse en Suiza, fueron rechazados en la frontera y, tras ser detenidos al día siguiente por la policía italiana, fueron deportados a Auschwitz. Allí encontraron la muerte su padre y sus abuelos paternos. Liliana salvó su vida realizando trabajos forzosos en una fábrica de munición dependiente de Siemens. De los 776 niños italianos menores de catorce años deportados, solo sobrevivieron 36, entre ellos Liliana. En 2018 fue nombrada senadora vitalicia por el presidente de la República italiana.

martes, 8 de julio de 2025

INFORME SOBRE LA IMPLICACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES ISRAELÍES EN EL GENOCIDIO

 

 

«Las universidades israelíes no solo siguen participando activamente en la violencia del Estado israelí contra los palestinos, sino que también contribuyen con sus recursos, investigaciones y estudios a mantener, defender y justificar esta opresión», explicaba Maya Wind en su libro «Torres de marfil y acero: cómo las universidades israelíes niegan la libertad a los palestinos».

 

El boicot universitario es un eje central de las movilizaciones internacionales de solidaridad con Palestina. Desde el comienzo del genocidio, y mucho antes, los estudiantes y académicos piden a sus direcciones que pongan fin a los intercambios y las colaboraciones con universidades israelíes, o al menos que haya transparencia en el proceso de validación ética de los mismos.

 

En Francia, como en otros lugares, las movilizaciones estudiantiles son tan masivas como invisibles, y las reivindicaciones de los estudiantes son sistemáticamente deslegitimadas. En la Agencia de Medios de Comunicación Palestina nos ha parecido importante volver sobre los argumentos esgrimidos por los estudiantes y recopilar, a continuación, los elementos que incriminan a las universidades israelíes.

 

Desde los inicios de la colonización israelí, y de forma acelerada tras la Nakba de 1948, las universidades sionistas desarrollaron las armas de la limpieza étnica, tanto materiales como teóricas. Las universidades constituyeron un importante activo para el desarrollo de las regiones colonizadas y contribuyeron a la normalización de la ocupación israelí gracias a su implantación geográfica, que cubre todo el territorio y modifica la realidad demográfica de las regiones.

 

Esta interrelación continúa en la actualidad, ya que muchas universidades cuentan con centros de investigación estratégicos que colaboran con el Gobierno y el ejército y trabajan en el desarrollo de tecnologías y doctrinas militares que se aplican sobre el terreno. Además, los reservistas y los soldados-estudiantes representan uno de cada cinco estudiantes, lo que supone 70 000 estudiantes-soldados desplegados en Gaza.

 

Las universidades israelíes también participan en la elaboración de la retórica que acompaña a las operaciones del ejército para justificarlas ante la sociedad israelí y la comunidad internacional. Como explica Sharvit Baruch, coronel del ejército israelí e investigadora del INSS: «Para influir en las leyes de la guerra y su interpretación, es importante que Israel y el ejército israelí se impliquen en este ámbito. Debemos reforzar la colaboración con los asesores jurídicos de otros ejércitos y entablar un diálogo profesional fructífero. Debemos publicar artículos académicos [...], participar activamente en blogs y en Internet. Es importante asistir a conferencias profesionales y mantener relaciones con los investigadores que influyen en la interpretación de las leyes». Las universidades israelíes participan plena y explícitamente en la empresa genocida de Israel.

 

Detalles de la implicación de las universidades israelíes

 

A continuación, para respaldar estos argumentos, se presenta una lista no exhaustiva de las complicidades establecidas entre las universidades israelíes y los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. En ella se recogen recursos recopilados, en particular, por las campañas «Desarmemos las universidades» y «Campaña palestina para el boicot académico y cultural a Israel»:

Universidad Bar Ilan (Ramat Gan, Tel Aviv)

 

La Universidad Bar Ilan colabora estrechamente con el Shin Bet, el famoso servicio de seguridad israelí, que ha sido condenado por el Comité de las Naciones Unidas por su uso de la tortura y otras tácticas de interrogatorio violentas e ilegales. Su centro de investigación sobre ciberseguridad, cuyos ámbitos abarcan desde la ciberseguridad y la criptografía aplicada hasta las patrullas multirrobóticas y la teledetección por satélite, está estrechamente vinculado a la oficina nacional de ciberseguridad del gabinete del primer ministro. La facultad de ingeniería de Bar Ilan ha organizado «hackatones» en colaboración con el ejército israelí y con Elbit Systems, el mayor fabricante de armas de Israel.

 

Después del 7 de octubre, la Universidad de Bar Ilan lanzó a través de su sitio web una iniciativa para apoyar el esfuerzo bélico llamada «Historias del frente en Bar Ilan», que promociona a antiguos alumnos y estudiantes comprometidos con la guerra, entre ellos Racheli Vassal, directora en Israel del «One Israel Fund», una asociación «benéfica» estadounidense que apoya financieramente a más de 500 000 colonos en Cisjordania, proporcionándoles, entre otras cosas, cascos, chalecos antibalas de cerámica, spray pimienta e incluso «kits de conversión» que transforman las pistolas en rifles.

 

En la Universidad Bar Ilan, el canal de Youtube «Faculty for Israel», creado en octubre de 2023, difunde vídeos de profesores que justifican las operaciones militares y la política gubernamental utilizando conceptos y nociones propios de sus campos de investigación.

 

La Universidad Bar Ilan creó el Colegio de Judea y Samaria, ahora Universidad de Ariel, en el asentamiento ilegal israelí de Ariel, en el Territorio Palestino Ocupado. Los asentamientos se consideran crímenes de guerra según el derecho internacional.

 

Universidad de Ariel (Cisjordania ocupada)

 

Conocido como la «capital de Samaria», el asentamiento de Ariel data de 1978, año en que se creó tras los acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel. El asentamiento comenzó con 500 dunums (50 hectáreas) confiscados a la ciudad de Salfit y al pueblo de Marda, y más tarde se hizo con 13.775 dunums (1.400 ha), de los cuales 2.479 dunums constituían la zona edificada del asentamiento.

 

La Universidad Ariel está literalmente construida en este asentamiento ilegal israelí en tierra palestina robada en la Cisjordania ocupada. Ya es decir bastante.

 

Universidad Ben Gurion (Beer Sheva)

 

La Universidad Ben Gurión (BGU) alberga el Instituto de Seguridad Interior, que cuenta entre sus socios con las principales empresas armamentísticas israelíes y el Ministerio de Defensa israelí. Desde hace veinte años, organiza un programa de formación de pilotos de la Fuerza Aérea en colaboración con el ejército a través de un convenio de «aviación académica».

 

El ejército israelí está construyendo un campus tecnológico junto al campus de la Universidad Ben Gurión con el fin de reforzar los vínculos entre el ejército y la universidad. Como declaró un general de brigada durante la ceremonia de inauguración, este campus «reforzará las capacidades operativas del ejército».

 

En marzo de 2024, la empresa de armamento Elbit Systems abrió un laboratorio en el Parque Tecnológico Avanzado Ben-Gurion, adyacente a la universidad, y declaró que «mantiene una estrecha relación con el mundo académico que va más allá de una simple colaboración. Estamos transformando activamente la investigación universitaria en aplicaciones prácticas... los estudiantes que participan en nuestros proyectos obtienen créditos universitarios por su trabajo, lo que crea un vínculo mutuamente beneficioso».

 

La Universidad Ben Gurion también acusó públicamente a los miembros del cuerpo docente que firmaron una declaración contra el genocidio de Israel en Gaza de «manchar la reputación de la BGU».

 

Instituto Weizmann de Ciencias (Tel Aviv)

 

El Instituto Weizmann de Ciencias ofrece un programa de maestría para soldados y ha abierto una academia premilitar que preparará a los estudiantes de último año para un «servicio militar útil». El Instituto Weizmann colabora con los principales fabricantes de armas israelíes, entre ellos Elbit Systems e Israel Aerospace Industries.

 

El Instituto Weizmann ha introducido más de una docena de ventajas para los estudiantes soldados que prestan servicio en el genocidio de Israel en Gaza.

 

Universidad Hebrea de Jerusalén

 

Después de 1967, la Universidad Hebrea emprendió la ampliación de sus instalaciones en el monte Scopus, en Jerusalén Este, incluyendo dormitorios, la aldea de estudiantes y un complejo deportivo, en violación del derecho internacional. La presencia de la Universidad Hebrea estimula las actividades de los colonos en los barrios adyacentes de French Hill, Ramat Eshkol, Sheikh Jarrah y más allá. Se beneficia de las infraestructuras de los asentamientos, como las líneas de transporte y las carreteras de acceso, todas ellas situadas en territorios ocupados. En cooperación con la policía israelí, pone a disposición sus infraestructuras para vigilar a las poblaciones palestinas que viven en las proximidades, por ejemplo, cerrando la entrada sur del barrio de Al-Issawiya. Además, la Universidad Hebrea alberga una base militar en el campus para ofrecer formación universitaria a los soldados israelíes.

 

Durante el genocidio israelí en Gaza, la Universidad Hebrea se jactó de haber proporcionado «diversos equipos logísticos a varias unidades militares».

 

La Universidad Hebrea también instituyó inmediatamente un «conjunto de medidas financieras reforzadas» para los estudiantes-soldados que cometían el genocidio de Israel en Gaza, además de  ventajas académicas.

 

 

Technion (Universidad pública e instituto de investigación en ciencia y tecnología, Haifa)

 

La creación del instituto Technion en 1912 y del instituto Weizmann (el instituto Sieff) en 1934 tenía como objetivo el avance tecnológico necesario para la creación de un Estado israelí. Los institutos Weizmann y Technion participaron en la consolidación de los «cuerpos científicos» y posteriormente se convirtieron en el centro científico militar del Estado israelí, desarrollando las industrias militares israelíes (Rafael, IAI) y marcando la institucionalización de la investigación en armamento del Estado israelí. Las conmemoraciones anuales israelíes de la guerra de «independencia» reúnen a miembros de la brigada Carmeli, veteranos de 1948 y miembros del instituto Technion, lo que pone de manifiesto los vínculos históricos que mantienen.

 

Más recientemente, el Technion ha establecido numerosas asociaciones con los principales fabricantes de armas israelíes, entre ellos Elbit Systems y Rafael, y ha patrocinado becas de estudio por parte de estos. El Technion ha desarrollado un curso sobre la comercialización de la industria armamentística israelí en el mercado internacional con vistas a la exportación. El Technion también ha puesto en marcha numerosos programas universitarios conjuntos con el ejército israelí y ha desarrollado las capacidades de control remoto de la excavadora blindada Caterpillar D9 utilizada por el ejército israelí para demoler casas palestinas, lo que se considera un castigo colectivo según el derecho internacional.

 

Technion se enorgullece de un estudiante que reclutó a profesores y antiguos alumnos para crear un ejército de robots pilotados por IA «para aumentar masivamente el impacto de los esfuerzos proisraelíes en las redes sociales», impulsando la propaganda israelí para blanquear su genocidio y reprimir el discurso sobre los derechos de los palestinos.

 

Technion alberga varios centros de investigación relacionados con los objetivos militares israelíes, entre ellos: el Centro de Ciencias y Tecnologías de Seguridad (CSST) y el Instituto de Investigación Avanzada Peter Munk sobre Defensa (ADRI). La misión de estos centros de investigación es promover «el desarrollo de conceptos y tecnologías innovadores relacionados con la defensa; fomentar la colaboración entre las autoridades de defensa, las instituciones gubernamentales, la industria y los investigadores universitarios; y formar a la próxima generación de ingenieros y científicos que desempeñarán un papel destacado en el ecosistema de defensa israelí».

 

Technion recibirá el «Escudo del Ministro de Defensa» para 2025 en reconocimiento a su excepcional apoyo a los reservistas militares.

 

Universidad de Tel Aviv

 

En la Universidad de Tel Aviv se ha creado una «sala de guerra técnica» con el objetivo de apoyar a los soldados-estudiantes e «inventar soluciones a los retos [de] los combatientes en primera línea». Allí se retransmiten en directo, gracias a una cámara montada en un perro de una unidad canina, las operaciones de los soldados desplegados en Gaza.

 

La Universidad de Tel Aviv gestiona centros comunes con el ejército israelí y las industrias armamentísticas israelíes. La Universidad de Tel Aviv también alberga el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), que se enorgullece de haber elaborado la «doctrina Dahiya», o doctrina de la fuerza desproporcionada. Adoptada por el ejército israelí, la doctrina Dahiya aboga por «la destrucción de la infraestructura nacional y el sufrimiento intenso de la población [civil]».

 

El profesor de filosofía Asa Kasher, del INSS, dirigió el equipo que redactó el código ético del ejército israelí en 1992, titulado «El espíritu del ejército israelí». Este código crea, en particular, un marco que permite justificar los asesinatos extrajudiciales, la tortura y el despliegue militar masivo contra la población civil.

 

La Universidad de Tel Aviv ha puesto en marcha un curso de hasbara (propaganda) sobre el genocidio de Israel en Gaza y ha financiado mediante crowdfunding paquetes de «cuidados» para los soldados que cometen genocidio en Gaza. También ha creado un curso académico centrado en la presentación de la guerra en curso en Gaza, que es la continuación de un grupo de trabajo iniciado por estudiantes internacionales con el fin de ayudar «al esfuerzo nacional israelí por contar al mundo la verdadera y trágica historia de esta guerra».

 

La Universidad de Tel Aviv, a través del Centro Moshe Dayan, colabora regularmente con el Shin Bet y la policía nacional israelí, recordando los objetivos del Centro Dayan, creado para servir de puente entre la división de inteligencia israelí y el mundo académico.

 

Centro Moshe Dayan

 

El Centro Moshe Dayan de Estudios sobre Oriente Medio y África, inicialmente adscrito a la Universidad Hebrea de Jerusalén y posteriormente a la Universidad de Tel Aviv, reúne al mundo académico y al Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado israelí. Los investigadores de este centro, que invita regularmente a militares, son antiguos o actuales miembros del cuerpo de inteligencia israelí, del que forma parte, en particular, la unidad 8200.

 

Inaccesible para los ciudadanos palestinos de Israel, el centro Dayan representa una rama auxiliar del ejército y aporta su experiencia en la ocupación que sufren los palestinos. Algunos profesores han hecho carrera en el ejército israelí o en la administración de los territorios ocupados como gobernadores militares. Sus investigaciones se centran, por ejemplo, en el bloqueo del derecho al retorno de los palestinos o en herramientas sobre «cómo gestionar la ocupación militar permanente».

 

Socio del ejército, pero también del Shin Bet o del Mossad, a los que se destinan programas específicos, la producción de conocimientos se dedica por completo a apoyar la empresa colonial y la ocupación militar del Estado israelí.

 

Open University of Israel (instituto de formación a distancia, Ra'anana, Tel Aviv)

 

La Open University of Israel gestiona el programa «Academic Commandos» con el ejército israelí desde 1999, y se jacta de haber concedido «un trato preferencial a los soldados de las FDI: con la concesión de becas del 50 % a los soldados en servicio activo» y de ser «la única institución de enseñanza superior [israelí] en la que los soldados en servicio activo en las FDI pueden estudiar durante su servicio».

 

Universidad de Haifa

 

La Universidad de Haifa acoge tres colegios militares israelíes que constituyen el complejo académico militar israelí y que, según la universidad, «forman la columna vertebral de los programas de formación de la élite de las FDI».

 

La Universidad de Haifa organiza cursos en la base militar israelí de Glilot, considerada una extensión de la universidad. Ha proporcionado equipos a los soldados que cometen genocidio en Gaza y ha creado un fondo «de emergencia» para proporcionar subsidios a los estudiantes-soldados.

 

La Universidad de Haifa, a través de su centro interdisciplinario Comper para el estudio del antisemitismo y el racismo, también ha puesto en marcha un programa de «embajadores en línea» que ofrece formación teórica y práctica para desarrollar las capacidades de los estudiantes para convertirse en embajadores oficiosos y líderes de la hasbara israelí. Este mismo centro ofrece becas de investigación para el estudio de la «deslegitimación de Israel y el nuevo antisemitismo».

 

Universidad Reichman

 

La Universidad Reichman organiza conferencias anuales de alcance internacional, una organizada por el Instituto de Lucha contra el Terrorismo y otra por el Instituto de Estrategia Política de la universidad. Estas conferencias, a las que acuden cada año altos cargos políticos y militares israelíes, así como embajadores y representantes gubernamentales europeos y estadounidenses, entre otros, también cuentan con el apoyo de empresas armamentísticas israelíes y estadounidenses como Elbit, IAI, Boing, Raytheon y Lockheed Martin.

 

Ganor, presidente de la Universidad Reichman, ha sido asesor en materia de lucha contra el terrorismo de varios ministerios israelíes y del Consejo de Seguridad Nacional de Israel. En 1995, fue consultor del primer ministro Benjamin Netanyahu en la redacción de su libro «Combatir el terrorismo».

 

Act.il, una iniciativa de activismo proisraelí en línea con sede en la Universidad Reichman que surgió durante el conflicto de 2014, defiende la causa de Israel en diversas plataformas de redes sociales. Estudiantes voluntarios colaboran con el equipo de Act.il en una sala de crisis en el campus, conectando a los estudiantes con una comunidad en línea de Act.il, compuesta por activistas de todo el mundo. Comprometida con la creación de contenidos y la búsqueda de operaciones de propaganda proactiva, la hasbara se beneficia de los estudiantes extranjeros de la Universidad Reichman, procedentes de 90 países diferentes (que hablan con fluidez 30 idiomas), que dominan las redes sociales y son capaces de interactuar con un público internacional, movilizando sus esfuerzos para compartir la versión israelí de la historia en todo el mundo.

 [Fuente: https://agencemediapalestine.fr/blog/2025/06/27/toutes-impliquees-detail-de-limplication-des-universites-israeliennes-dans-le-genocide/]

lunes, 30 de diciembre de 2024

ESTE INVIERNO EN GAZA NO SE PARECE A NINGÚN OTRO

Este invierno en Gaza no se parece a ningún otro, por Lina Hamdona, escritora y estudiante de Farmacia en Gaza.

Aquí llega cargado del dolor del genocidio israelí en curso, dejando su huella en cada esquina y en cada rostro.
La guerra no es sólo la destrucción de la que oímos hablar o las bombas que tememos; sus efectos se dejan sentir en los pequeños detalles que convierten los derechos más simples en sueños lejanos. El frío nos envuelve como si fuera parte del sufrimiento, añadiendo peso a una carga ya de por sí pesada.
Vivo sola en una pequeña tienda de campaña en al-Mawasi, en el sur de Gaza. La levantaron después de que perdiéramos nuestra casa en un ataque aéreo.
La tienda apenas me protege del viento y la lluvia, pero se ha convertido en todo mi mundo. Dentro tengo un pequeño saco de harina, que considero mi mayor tesoro en medio de todos estos calvarios.
Esta harina es mi salvavidas; la utilizo para hacer hogazas de pan que apenas me sostienen, pero es lo que me mantiene en pie en esta dura realidad.
Me encontré sola después de que mi madre y mi hermana nos precedieran a mi padre y a mí a Egipto, antes del traslado médico de mi padre desde Gaza a Egipto. Mi padre y yo nos quedamos en Gaza hasta que lo trasladaran.
Pero Israel invadió la zona cercana al paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto en mayo, forzando su cierre.
Mi madre había abandonado Gaza justo antes de esta invasión. La salud de mi padre se deterioró rápidamente.
Murió en agosto.


La harina que tengo ahora no la compré, sino que la recibí como ayuda humanitaria antes de que empezara la escasez de harina en la región sur de Gaza.
Como vivo sola, fue suficiente para mantenerme unos meses. Por desgracia, no es suficiente para mantener a las familias durante este difícil periodo.
Pero el frío no tiene piedad y trae consigo la necesidad de mucho más que alimentos. El agua caliente, una necesidad que daba por sentada, se ha convertido en un raro lujo.
El frío me cala hasta los huesos y cada vez que intento usar agua fría para lavarme, siento que me ahogo en hielo.
Cerca de mí vive Hanaa al-Najjar, más vive conocida por todos como Umm Ali. Su casa es una de las pocas de la región que ha sobrevivido a los bombardeos del ejército israelí.
Su modesta casa parecía un remanso de paz comparada con mi tienda, pero no estaba en mejores condiciones. Tiene calefacción solar, por lo que dispone de agua caliente, pero carece de harina, que ha empezado a escasear bajo el asfixiante asedio.
Una noche de frío intenso, mientras estaba sentada junto a mi pequeña cocina intentando hacer pan, pensé en Oum Ali y sus cuatro hijos: tres chicas y un chico. También pensé en su marido, Hassan al-Najjar, que vive con ellos.
Sabía que necesitaban pan tanto como yo agua caliente para bañarme. Llovía a cántaros y el viento aullaba contra la tienda como si quisiera destrozarla.
Sentí un impulso irresistible de hacer algo. Envolví con cuidado unas hogazas de pan en un paño viejo y decidí hacer una visita a Umm Ali.
El corto camino desde mi tienda hasta su casa parecía interminable bajo el frío y la lluvia. Sujeté el pan contra mi pecho, protegiéndolo como si fuera un tesoro de valor incalculable.
Cada paso me costaba y el viento me azotaba la cara. Cuando llegué, llamé suavemente a su puerta y su cálida voz me llegó desde dentro.
«¿Quién es?»
«Soy yo, su vecina», respondí débilmente.
Ella abrió la puerta con su sonrisa familiar, una sonrisa que traía más calor que cualquier calentador solar.
«Entra, querida, fuera hace frío. ¿Qué llevas?», me preguntó, señalando el pan que tenía en las manos.
Un poco avergonzada, respondí: «Pan. Pero... esperaba conseguir agua caliente para darme un baño. Su calefacción funciona y no tengo con qué calentar agua».
Me sonrió amablemente y me dijo: «No tenías que traer nada. Tú nos traes pan y nosotros te damos agua. Para eso están los vecinos».
Entré en su casa, puse el pan en una mesa y ella empezó a llenar un cubo con agua caliente de su calentador solar.
«Tu pan huele delicioso. Hoy no tenía nada para dar de comer a mis hijos. Bendita seas», me dijo.
Mientras llevaba el cubo a mi tienda, sentí un calor que no había sentido en días. No era solo el agua, era la bondad humana que compartíamos a pesar de todo.
Vertí el agua caliente en una pequeña palangana y me dispuse a darme un baño. Por primera vez en lo que me pareció una eternidad, sentí que el frío se disipaba no sólo de mi cuerpo, sino también de mi mente.
Este intercambio de pan y agua era algo más que un acto de comercio; era un testimonio de nuestra humanidad que se negaba a ser robada por el genocidio israelí. A pesar de todos los horrores, Oum Ali y yo permanecimos juntas, compartiendo lo poco que teníamos y dando de lo que nos faltaba.
La vida, a pesar de todo lo que nos quita, a veces nos regala pequeños momentos de calidez que nos recuerdan que debemos aferrarnos a la esperanza.
Aquella noche, sentada bajo una manta gastada en mi tienda, pensé en Oum Ali y en sus hijos. Pensé en el pan que les había dado y en el agua caliente que ella me había dado.
Estos pequeños gestos de solidaridad son los hilos que nos mantienen vivos.
El invierno en Gaza ya no es solo una estación. Es otra prueba de nuestra paciencia y resistencia.
La guerra nos ha quitado mucho, pero no ha conseguido destruir el espíritu de solidaridad que nos une. Puede que no tengamos mucho, pero nos tenemos los unos a los otros.
A pesar de todo, todavía hay un rayo de esperanza, que no nace de grandes promesas, sino de momentos significativos en los que encontramos calor en nuestra humanidad compartida. Me di cuenta de que no estaba sola y de que Oum Ali no era solo una vecina, sino parte de nuestra historia colectiva de supervivencia.
Cuando recuerdo esa noche, me siento más fuerte, no por el agua caliente o el pan, sino por ese momento profundamente humano que me recordó que seguimos viviendo con una sola alma.
Por muy largos que sean los inviernos en Gaza, por muy pesada que sea la opresión, nos aferramos a la creencia de que un día saldrá el sol de la libertad, igual que la calefacción solar de Oum Ali trajo calor a mi mundo en aquella noche fría y amarga.

Lina Hamdona es escritora y estudiante de Farmacia en Gaza.

 

sábado, 21 de septiembre de 2024

Editoriales internacionales exigen que la Feria del Libro de Frankfurt corte lazos con Israel

 19 de septiembre de 2024 Publishers for Palestine

publishersforpalestine@gmail.com

 

Editoriales internacionales exigen que la Feria del Libro de Frankfurt corte lazos con Israel

 

Publishers for Palestine, una coalición de 500 editoriales en 50 países que se oponen al genocidio de Israel en Gaza, ha enviado una carta abierta a la Feria del Libro de Frankfurt (Frankfurter Buchmesse) para exigir que denuncie los ataques de Israel contra escritores, estudiantes, escuelas, universidades, bibliotecas, archivos y editoriales de Gaza en su genocidio en curso.

 

La coalición ha hecho cuatro demandas a la Feria del Libro: condenar el régimen de genocidio de Israel en Gaza y afirmar los derechos humanos de los palestinos; rechazar la colaboración con los editores israelíes cómplices, incluida su participación en la Feria del Libro de Frankfurt; denunciar los ataques a escritores, periodistas y universitarios palestinos y reconocer que dichos ataques son parte de un proyecto genocida que busca borrar la vida y la cultura palestinas; y crear una programación que destaque a los escritores, editores y narradores palestinos.

 

En octubre de 2023, la ceremonia de entrega de un premio a la autora palestina Adania Shibli, programada durante la Feria del Libro de Frankfurt fue cancelada y retrasada indefinidamente, y la Feria anunció que se ponía “con total solidaridad del lado de Israel”.

 

Casi un año después, y muchos meses después de la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia sobre un genocidio plausible y del informe de la ONU sobre el escolasticidio de Israel en Gaza, la Feria del Libro de Frankfurt sigue dando la bienvenida a Israel; la promesa de la Feria de 2023 de aumentar la programación israelí sigue vigente para el evento de 2024, una posición incompatible con el rechazo en 2022 a la participación de Rusia a raíz de su ataque a Ucrania. Los vínculos directos de la Feria con Israel y su maraña de intereses con el Estado alemán, que apoya explícitamente a Israel, están de sobra documentados.

 

“Los trabajadores del libro tienen un papel esencial que desempeñar como transmisores de la palabra escrita, pues nuestro trabajo consolida y legitima ideas y políticas. Como institución cultural influyente, la Feria del Libro de Frankfurt tiene la oportunidad y la responsabilidad de aprovechar su poder en esta esfera cultural para presionar a Israel para que ponga fin al genocidio de los palestinos”, como expuso un miembro de la coalición.

 

La carta de Editores por Palestina también denuncia la represión del Estado alemán a la solidaridad con Palestina como telón de fondo. Respecto a la Feria de 2024, sus organizadores han anunciado que “a lo largo de la feria, habrá un mayor número de agentes de policía en los pabellones, tanto de civil como de uniforme”.

 

La Feria del Libro de Frankfurt se celebrará del 16 al 20 de octubre de 2024. Es la reunión internacional anual más grande y prestigiosa de editores y autores de libros, que atrae a más de 200.000 visitantes. Para los editores, la feria es un encuentro importante para concertar acuerdos de traducción y derechos, y para exhibir y promocionar libros.

 

Publishers for Palestine es una coalición global de editores organizada horizontalmente que se oponen a la ocupación israelí y al régimen de apartheid en Palestina; la coalición organiza y apoya campañas y eventos de sensibilización, hace un seguimiento de la censura a los escritores palestinos y se relaciona con industrias culturales relacionadas que se oponen al régimen de apartheid de Israel.

sábado, 13 de julio de 2024

La Feria del Libro de Frankfurt y las editoriales multinacionales son cómplices del genocidio de Gaza. Comunicado de Publishers for Palestine

 Comunicado de Publishers for Palestine

Editores por Palestina es un colectivo global de más de 500 editores y trabajadores editoriales con sede en 50 países de todo el mundo. Defendemos la justicia, la libertad de expresión y el poder de la palabra escrita. Los proyectos P4P se pueden encontrar en nuestro sitio web y en Instagram @publishers4palestine y X @pubforpalestine. Lea nuestra DECLARACIÓN DE SOLIDARIDAD CON PALESTINA (11/03/2023). Descargue nuestra colección gratuita de Poemas por Palestina

 

Desde la ola de condenas desatada el pasado mes de octubre por la cancelación de una ceremonia de entrega de premios a la escritora palestina Adania Shibli*, que iba a recibir el premio LiBeratur en la Feria del Libro de Frankfurt, el intento de silenciar a los palestinos y el apoyo a la la causa palestina por parte de las instituciones culturales occidentales no ha hecho más que crecer. Al mismo tiempo, también se ha intensificado a gran escala la investigación de la complicidad institucional con el apartheid y el genocidio israelíes. El movimiento BDS ha logrado importantes victorias, incluida la desinversión de universidades y empresas, y el Festival Hay-on-Wye 2024 y el Festival Internacional del Libro de Edimburgo anunciaron recientemente que pondrían fin a su colaboración con la empresa de inversiones Baillie Gifford, cómplice de la destrucción del clima, del apartheid y del genocidio israelíes. La ruptura por parte de Baillie Gifford de sus relaciones de financiación con todos los festivales literarios del Reino Unido y la retirada de su participación en la multinacional minera Rio Tinto, así como la reducción a la mitad de la participación de Scotiabank, el principal patrocinador artístico canadiense, en el fabricante de armas israelí Elbit Systems, son indicios de un cambio y de una brecha significativa entre las grandes empresas e instituciones culturales, por un lado, y sus trabajadores, sus audiencias y el público en general, por el otro. Las principales organizaciones internacionales de derechos humanos siguen haciendo sonar la alarma sobre las horribles y crecientes violaciones de derechos humanos cometidas por Israel contra millones de palestinos. Muchas de ellas fueron descritas en la denuncia presentada en diciembre ante el Tribunal Internacional de Justicia por Sudáfrica contra Israel por crimen de genocidio. A pesar del fallo de enero de este Tribunal de que Israel probablemente estaba cometiendo genocidio, sus fallos posteriores de que Israel debe autorizar la entrega de ayuda humanitaria y poner fin a las operaciones militares en Rafah, y la presentación por parte del Tribunal Internacional de Justicia de solicitudes de órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes, así como los levantamientos masivos de estudiantes y trabajadores a favor de la liberación de los palestinos y el fin de la complicidad con Israel en todo el mundo, la campaña genocida de Israel contra el pueblo palestino en Gaza continúa sin control por parte de sus principales partidarios, los EE.UU. y otras potencias coloniales occidentales.

 

A los escritores y editores les preocupa especialmente que la Feria del Libro de Frankfurt (FBM), el evento de la industria del libro más grande del mundo, siempre haya acogido calurosamente la presencia del Israel del apartheid. Podría pensarse que, ante las acciones de Israel y la creciente indignación internacional, instituciones culturales como la FBM retirarían su apoyo, condenarían a Israel por sus violaciones y romperían relaciones. Sin embargo, la posición inicial de la Feria del Libro de Frankfurt, que apoyó firmemente a Israel durante su celebración en octubre pasado --posición que se reflejó en declaraciones en nombre de la Feria y de su director general, Jurgen Boos, y a través de planes para hacer que las voces israelíes fueran "especialmente visibles” mediante una programación especial, incluido un panel titulado “In Sorge um Israel” [Preocupados por Israel]-– no ha cambiado hasta el día de hoy, y la FBM ha mantenido en los meses siguientes un silencio ensordecedor sobre el genocidio en curso.

 

Ese apoyo expreso y tácito contrasta marcadamente con las prohibiciones nacionales emitidas por la FBM, incluida la prohibición permanente impuesta a Rusia desde 2022, invocando la “violación del derecho internacional” tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un boletín informativo de la FBM distribuido el 24 de abril contiene un artículo titulado “Mercado del libro en Ucrania: bibliotecas en ruinas y nuevas librerías”, que dice: “Hay una pregunta que se hace regularmente a los editores en eventos internacionales y conversaciones privadas: ¿cómo se las arregla para continuar trabajando durante la guerra?". Sin embargo, la FBM no hace ninguna mención de Gaza, donde escritores, académicos, editores, bibliotecas, universidades e impresores fueron atacados mucho antes del 7 de octubre y han sido brutalmente atacados en los meses posteriores para eliminarlos. Esta destrucción del saber ha sido ampliamente documentada en un informe detallado de Bibliotecarios y Archiveros con Palestina. Posteriormente, las Naciones Unidas han informado de un “escolasticidio” en Gaza. Todas las universidades de Gaza han sido destruidas. El hecho de que la FBM no haya anunciado todavía una prohibición a Israel similar a la impuesta a Rusia, ni haya expresado ni siquiera un atisbo de preocupación por la violación de las leyes internacionales por parte de Israel, pone de relieve una incongruencia ya existente. Sin embargo, la complicidad de la Feria del Libro de Frankfurt va más allá de su mensaje público y solo puede entenderse a través de sus estrechas relaciones con el gobierno alemán y dos imperios editoriales alemanes, convertidos en multinacionales multimillonarias: Holtzbrinck Publishing Group y Bertelsmann SE & Co. KGaA. Primero debemos poner de relieve la importancia de la esfera cultural israelí --incluido el mundo de la edición y la literatura-- en el mantenimiento del apartheid israelí. El hecho de que el Estado israelí dependa en gran medida de su cómplice sector cultural y colabore estrechamente con él para blanquear su imagen se hizo público cuando Nissim Ben-Sheetrit, ex director general adjunto de Brand Israel, admitió abiertamente no diferenciar "entre la hasbara [propaganda] y la cultura”. El nuevo libro de Maya Wind, Torres de marfil y acero: cómo las universidades israelíes niegan la libertad palestina, detalla el papel de las universidades, en particular su papel en esta no diferenciación, esta colaboración y esta complicidad. Según Naomi Klein, la investigación de Maya Wind "revela innumerables formas en que las instituciones educativas más famosas y reconocidas del país están totalmente implicadas en la violenta máquina de desposesión, ocupación, encarcelamiento, vigilancia, asedio y bombardeo militar de los palestinos. Esta integración de las artes y la cultura en los objetivos del Estado israelí ha sido cuestionada durante mucho tiempo por la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI), miembro fundador del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) liderado por los palestinos. Lanzada hace veinte años, la PACBI hizo un llamamiento al resto del mundo para que cesara toda colaboración con instituciones culturales y universitarias israelíes cómplices. Para quedar fuera del llamamiento al boicot de la PACBI, una institución debe hacer dos cosas: distanciarse del genocidio israelí y del régimen colonial de apartheid subyacente, y respaldar todos los derechos del pueblo palestino según el derecho internacional, incluido el derecho al retorno de los refugiados palestinos.

 

La feria del libro más grande del mundo y el clima de censura en Alemania

 

El programa de la Feria del Libro de Frankfurt 2024 se hará público este mes [país anfitrión: Italia]. Antes de su publicación, la censura internacional y la preocupación han seguido creciendo debido a la restricción de los derechos civiles por parte del gobierno alemán, que está utilizando tácticas represivas para silenciar la solidaridad con Palestina. En los últimos meses, estas tácticas han incluido irrumpir y clausurar violentamente el Congreso Palestino en Berlín, así como prohibir al cirujano palestino-británico y rector de la Universidad de Glasgow, Dr. Ghassan Abu-Sittah, ingresar a Alemania y asistir al Congreso (no solo en persona, sino también en línea) . Cuando intentó entrar en Francia en mayo para hablar ante el Parlamento francés sobre su experiencia en Gaza, Abu-Sittah descubrió que Alemania había llegado al extremo de implementar en su contra una prohibición de viajar durante un año por toda Europa.

Más recientemente, Alemania aprobó una ley que exige que los solicitantes de ciudadanía afirmen el “derecho a existir” de Israel, un régimen de apartheid de 76 años contra el pueblo palestino, en lugar de cumplir con sus obligaciones de poner fin a su complicidad con este régimen.

Detrás de esta práctica estatal de censura extrema se esconde el enorme apoyo militar y diplomático de Alemania a Israel. Alemania suministra casi la mitad de las armas que se entregan actualmente a Israel (en segundo lugar después de Estados Unidos) y es su principal socio comercial en Europa y su cuarto socio exportador en la región.

 

La industria editorial alemana es una de las más grandes del mundo, con un valor de 11.400 millones de dólares en 2022; Las ventas de libros en Alemania son enormes, solo por detrás de Estados Unidos y China. La explotación de las publicaciones por parte del gobierno nazi para su propaganda constituye un oscuro precedente histórico. Pero hoy en día es difícil hablar de una relación de plena competencia. En un ejemplo reciente, la Comisión de Monopolios presionó para que se eliminara la política de precio fijo de los libros, diseñada para proteger los libros como objetos culturales, calificando la ley de “molestia regulatoria de primer orden”. Tal supresión plantearía serios problemas a los pequeños editores y libreros e inevitablemente reduciría la presencia de voces progresistas en el clima cultural ya muy controlado de Alemania. Pero los objetivos de la Comisión en términos de economía de mercado son claros: “el interés cultural y político de la legislación nacional sobre los libros debe tener en cuenta la importancia de una competencia no distorsionada”.


Única por su estructura y su tamaño, la Feria del Libro de Frankfurt acoge cada año a 9.000 expositores y su muy completa programación está dirigida tanto al público como a la industria. La FBM es una filial de la Börsenverein des deutschen Buchhandels, la asociación alemana que supervisa todos los sectores del comercio del libro, incluyendo la edición, la producción, la venta al por mayor y la distribución, y que también se ocupa del lobby político. La FBM mantiene relaciones con los gobiernos locales, regionales y federal y está profundamente vinculada con el Estado alemán. La financiación proviene del gobierno alemán, incluido el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores, así como de los contratos e inscripciones de los expositores y los participantes de todo el mundo.

 

La feria se celebra cada año durante el mes de octubre en Messe Frankfurt, un enorme centro de exposiciones y conferencias situado en el centro de la ciudad. El centro de exposiciones, junto con otras instalaciones físicas, instalaciones de telecomunicaciones y una red internacional de salas de conferencias anejas es propiedad de Messe Frankfurt GmbH y está gestionado por ella. La ciudad de Frankfurt posee una participación del 60% y el Estado federado de Hesse, un 40%. En marzo de 2023, cuando la ciudad de Frankfurt canceló un concierto de Roger Waters debido a su apoyo a Palestina, la ciudad fue citada en la decisión "como accionista de Messe Frankfurt GmbH".

 

Messe Frankfurt, una gran multinacional, tiene una filial israelí y contratos de convenciones en todo el mundo, incluido Intersec, una "feria de seguridad nacional, servicios de emergencia, vigilancia y cibernética" que presentó drones, vigilancia y tecnología militar israelíes. Se espera que la edición de 2025 de Intersec incluya un taller contra drones con un excontratista del Tsahal [las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI)] y una empresa israelí de vigilancia digital. Como explica Antony Loewenstein en The Palestine Laboratory: How Israel Exports the Technology of Occupation Around the World, las industrias israelíes de tecnología y vigilancia se están desarrollando y utilizando de manera agresiva contra las vidas de los palestinos, constituyendo así campos de prueba para planes de brutal expansión militar en otros lugares. La Feria de Frankfurt también fue sede del Congreso Alemán de Israel, inaugurado en 2010 y descrito como “el evento pro-israelí más grande de Europa”. Su objetivo, como afirma el informe de la Feria de Frankfurt de 2018, es “fortalecer las relaciones bilaterales entre Israel y Alemania a todos los niveles”.


Aunque la participación de editores israelíes en la Feria del Libro de Frankfurt parece haber disminuido en los últimos años, en 2004, veinticuatro editoriales aparecieron en el pabellón nacional israelí bajo la coordinación del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Instituto Israelí de Exportación y Cooperación Internacional, junto con una exposición especial diseñada para celebrar los 40 años de relaciones diplomáticas germano-israelíes. Entre los “editores” se encontraban think tanks israelíes, así como el Ministerio de Defensa israelí. En 2018, acudió la editorial Lavi P. Enterprises Ltd., cuyo fundador Pierre H. Lavi (nacido en Teherán en 1963) es un exoficial de inteligencia del Tsahal. Una foto publicada por Deborah Feldman, autora de Unorthodox, un libro adaptado en una popular serie de Netflix lanzada en 2020, ha atraído mucha atención en línea. La foto mostraba una sección de la librería PowerHouse de Brooklyn dedicada a Israel y Palestina. Comentario de Feldman que acompaña a la foto: "Esta sección podría hacer que se cerrara una librería en Alemania".




Inversiones masivas de multinacionales editoriales alemanas en tecnología israelí

 

En el mundo editorial, al margen de la Feria del Libro de Frankfurt, dos de las “cinco grandes” editoriales, Macmillan Publishers y Penguin Random House, pertenecen respectivamente a las multinacionales alemanas Holtzbrinck Publishing Group y Bertelsmann SE & Co KGaA, antes mencionadas.

Holtzbrinck, propietario de Macmillan y de numerosas editoriales en todo el mundo, incluidas Scientific American, Springer y el semanario nacional alemán Die Zeit, posee 3.810 millones de dólares en activos en todo el mundo, declaró ventas por valor de 4.140 millones de dólares en 2022, posee 400 empresas en todo el mundo y al menos nueve grandes carteras de inversión que incluyen inversiones multimillonarias en tecnologías israelíes, inteligencia artificial, tecnologías de vigilancia y seguridad, incluidas adquisiciones recientes de empresas a través de b2venture e Insight Partners.

Georg von Holtzbrinck (1909-1983), tarjeta de miembro del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) n.º 2.126.353, expedida el 1 de mayo de 1933. Holtzbrinck organiza el desayuno del Foro Internacional del Libro de Jerusalén en la Feria del Libro de Frankfurt, un evento anual de larga duración en la FBM, y ha sido el patrocinador principal del Zev Birger Editorial Fellowship program del Jerusalem International Book Forum (JIBF) desde 1985, cuando ayudó a establecer el programa. Holtzbrinck es donante del Museum on the Line, "un museo israelí situado en la división este-oeste de Jerusalén" que reivindica el estatus de "primer museo sociopolítico de Israel para el arte contemporáneo, que promueve la igualdad, los derechos del hombre y la diversidad"[**]. La Feria Internacional del Libro de Jerusalén, un evento que antes fue público y ahora se ha centrado en la industria, canceló su edición de 2024, anunciando que regresaría en 2025, con una referencia indirecta a "la situación actual en Israel y la región". El apoyo de Holtzbrinck a las empresas israelíes de nueva creación va más allá del aspecto financiero y se extiende al alcance de sus publicaciones. One Investment Portfolio se jacta: "Además de con recursos financieros, apoyamos a las empresas de nuestra cartera con experiencia en gestión y una red internacional de inversores", y continúa describiendo un "programa exclusivo de inversión de capital en medios [que] ofrece acceso a marcas sólidas como como Handelsblatt [periódico económico], Wirtschaftswoche [semanario económico], Die Zeit y Apotheken Umschau [revista popular sobre salud] y, por tanto, una enorme difusión en los respectivos grupos destinatarios”.

 

Bertelsmann, uno de los conglomerados de medios más grandes del mundo, que declaró un beneficio récord de 32.800 millones de euros en 2022, es propietario de Penguin Random House y de empresas que incluyen el conglomerado internacional de medios RTL Group, el sello musical y editor BMG, el grupo financiero e informático Arvato. así como varios subgrupos de Bertelsmann en los campos de la educación, la imprenta y la radiodifusión. En lo que parece ser un contexto de leyes antimonopolio laxistas, el modelo editorial de Bertelsmann ha abarcado durante mucho tiempo todos los sectores del mercado del libro, con participación no solo en la edición, sino también en la distribución, venta de libros e impresión en Alemania. En 2000, el ex director general de Bertelsmann, Thomas Middlehoff, fue citado en el New York Times enfatizando la importancia de la empresa para la Feria del Libro de Frankfurt: "Sabes", dijo, "es realmente mi feria... Es la feria del libro de Bertelsmann".

 

Al igual que sucede con Holtzbrinck, la expansión mundial de Bertelsmann se extiende mucho más allá de sus orígenes editoriales, con carteras de inversión millonarias en todo el mundo, que también incluyen inversiones considerables en tecnología israelí, inteligencia artificial, vigilancia y tecnologías de seguridad.

Bertelsmann es responsable de un “intercambio germano-israelí de jóvenes líderes”. En la cobertura de una velada de presentación de 2019, el sitio web de Bertelsmann explica cómo "los empresarios israelíes podrían aprovechar las capacidades de Alemania en inteligencia de procesos y planificación" y destaca cómo las relaciones germano-israelíes se beneficiarían de ello. Otro informe de Bertelsmann examina la capacidad de Renania del Norte-Westfalia para colaborar con Israel en los ámbitos de la ciberseguridad y la inteligencia: “En el caso específico de Renania del Norte-Westfalia, las posibles sinergias con el mercado israelí surgen del alto grado de complementariedad entre los dos ecosistemas".

Otro informe de Bertelsmann titulado “Innovación alemana e israelí: lo mejor de ambos mundos” analiza el apoyo y la colaboración entre las Fuerzas de Defensa de Israel y los servicios de inteligencia israelíes. Destaca la importancia de las FDI para el sector de alta tecnología y la utilidad del servicio militar obligatorio para el sector a través de "programas de élite que producen empresarios que se mantienen en contacto a través de programas de exalumnos", conecta a las comunidades académicas y científicas con estos proyectos y, además, destaca la importancia de recopilar y descifrar datos de la Inteligencia de Israel para "empresas de datos o empresas cibernéticas que disfrutan de una excelente reputación en el mercado".

El documento también analiza las oficinas de transferencia de tecnología que fueron establecidas con el objetivo explícito de comercializar el conocimiento generado por las universidades públicas, y describe la estructura de ganancias de Israel, que integra "fuerzas armadas, universidades en colaboración con oficinas de transferencia de tecnología, autoridades gubernamentales, sucursales multinacionales y laboratorios de I+D, fondos de capital riesgo, incubadoras y aceleradores”, como un “ecosistema de innovación” deseable.

Hasta el día de hoy sigue publicada una declaración en el sitio web de Bertelsmann del 23 de octubre de 2023, que destaca la base económica de la relación de la empresa con Israel:

“Estamos firmemente al lado de nuestros amigos y socios israelíes y del Estado de Israel. A lo largo de las décadas, Bertelsmann e Israel han desarrollado vínculos de amistad estrechos y extremadamente estables. Esta amistad se extiende desde el compromiso de la familia Mohn, accionistas, con los proyectos de la Fundación Bertelsmann, incluidas las actividades e inversiones de Bertelsmann en Israel. Nuestra solidaridad sin reservas va para el pueblo de Israel”.


Ayer beneficiarios del nazismo, hoy cómplices de Israel

También merecen atención las raíces históricas de Holtzbrinck y Bertelsmann. A pesar de los esfuerzos anteriores por restar importancia a sus vínculos con la Alemania nazi, a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000 se reveló que ambas compañías habían construido explícitamente sus imperios editoriales gracias a la colaboración y el oportunismo con el Estado nazi. Según artículos de Vanity Fair, Irish Times y Radio Free Europe, el imperio editorial Holtzbrinck --que entonces abarcaba Macmillan y numerosas editoriales, entre ellas St. Martins, Picador y Fischer Verlag, Die Zeit, y que difundía muchas de las publicaciones más conocidas de autores de lengua inglesa-- fue "construido sobre el nazismo". En el momento en que se publicaron estos artículos, Bertelsmann acababa de tomar el control de Random House, que incluía a Knopff y sus filiales, y ya había adquirido Bantam, Doubleday, Delacourt y muchas otras.

En lo que David Margolick considera en su artículo de Vanity Fair un “giro del destino”, Teddy Kollek, a quien se refiere como “uno de los grandes héroes del sionismo”, había “dado regularmente testimonio del carácter” del fundador Georg von Holtzbrinck, a quien se refería como "ese exnazi".

Ronald Eggleston desarrolló esta historia en su artículo de 2002 para Radio Free Europe ["Alemania: Las editoriales examinan su pasado y no les gusta lo que encuentran"]. Georg von Holtzbrinck se unió al Partido Nazi en 1933 y permaneció leal al Tercer Reich durante toda su duración. Eggleston también señala que "von Holtzbrinck, después de la Segunda Guerra Mundial, gozó de la reputación de un amigo de Israel que cultivó el apoyo de los dirigentes judíos y proporcionó apoyo financiero y de otro tipo a muchas instituciones de Jerusalén".

 



 

 

Los libros de campaña de Bertelsmann: el mayor regalo para nuestros soldados. Cada volumen 1,50 Reichsmark, expedición de campaña 1,60. Josef Grabler, Con bombas y ametralladoras en Polonia, edición popular RM2,85. Un libro reeditado sin complejos en 2022 por epubli.

Eggleston describe cómo Bertelsmann “usó sus vínculos con el régimen nazi para pasar de ser un editor provincial de libros religiosos luteranos a un editor de masas”. El presidente de Bertelsmann, Heinrich Mohn, "era miembro de un grupo que apoyaba a la policía especial nazi de las SS con donaciones mensuales y también ayudaba a otras causas nazis". Según Eggleston, Bertelsmann construyó su imperio sobre la base de la propaganda nazi y publicó 19 millones de libros de "literatura heroica y escapista para soldados nazis". Bertelsmann era el mayor proveedor de libros del ejército alemán, incluidos títulos "plagados de temas antisemitas". Una comisión que investiga los orígenes nazis de Bertelsmann también descubrió que la empresa utilizó trabajos forzosos en una imprenta en Lituania utilizada para algunas de sus publicaciones. La comisión concluyó que "durante el Tercer Reich, Bertelsmann siguió siendo una empresa comercial cuyas decisiones editoriales se basaban en el volumen de negocios, los beneficios, las inversiones y otros datos fiscales".

La idea de que las decisiones de Bertelsmann o Holtzbrinck estuvieron motivadas por razones económicas más que ideológicas debería, en lugar de absolver sus malas prácticas, llamar nuestra atención sobre la cuestión de por qué esas motivaciones deberían parecer menos horrendas si el resultado final es la deshumanización y el genocidio de un pueblo --en el pasado o en el presente--. También deberíamos analizar nuestro apoyo colectivo en el presente, en la industria del libro y en general, no solo a la complicidad de instituciones como la Feria del Libro de Frankfurt, sino también al sistema económico que facilita tales relaciones y allana permanentemente el camino a la deshumanización con fines de lucro.

 

Según la asociación LitProm e.V., “Debido a la guerra iniciada por Hamás, que sufre millones de personas en Israel y Palestina, el organizador Litprom e.V. ha decidido cancelar la ceremonia de entrega de premios LiBeratur prevista para la Feria del Libro de Frankfurt. Litprom busca un lugar adecuado para celebrar el evento en una fecha posterior. En ningún momento se cuestionó la concesión del premio a Adania Shibli”. 

** Situado en la línea divisoria entre Jerusalén Este y Oeste, el edificio fue construido por el arquitecto Andoni Baramki en un terreno vendido por la familia Turjman en la década de 1930. Los sionistas se apoderaron ilegalmente de la propiedad en 1948 y la utilizaron como puesto de observación militar hasta la guerra de 1967 y posteriormente como comisaría de policía. Los legítimos propietarios han intentado en vano recuperar sus terrenos y edificios por vías legales. El edificio, que se convirtió en el "Museo Postal de Turjman", fue inaugurado por Teddy Kollek en 1983. Su principal mecenas, Georg von Holtzbrinck, murió en Alemania el mismo día de la inauguración y Kollek (nacido en Viena) le rindió homenaje en alemán, expresándose públicamente en ese idioma por primera vez. Renombrado Museo de la Línea en 1999 [la Línea  es la línea de demarcación establecida tras el armisticio firmado en 1949 al finalizar la guerra árabe-israelí de 1948], contó con el patrocinio de la familia Holtzbrinck hasta 2015.