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viernes, 12 de enero de 2024

Declaración de ciudadanos Israelíes contra el Apartheid tras la audiencia de la Corte Internacional de Justicia de la haya

 

Declaración de ciudadanos Israelíes contra el Apartheid tras la audiencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya


En este día histórico de la audiencia de la Corte Internacional de Justicia sobre Sudáfrica contra Israel, Israelíes contra el Apartheid deseamos expresar nuestra gratitud y apoyo al llamamiento de Sudáfrica para detener el genocidio en Gaza.


En los últimos meses hemos sido testigos y alertados sobre las intenciones y acciones genocidas de nuestro gobierno. En el pasado, y recientemente, hemos pedido una intervención internacional en defensa de la población palestina y tenemos la esperanza de que este sea un primer paso para lograrlo. También estamos muy preocupados por otros crímenes de guerra que se están perpetrando contra la población palestina, no sólo en Gaza sino también en Cisjordania.


Israel, al igual que los perpetradores de otros genocidios históricos, ha desarrollado una cultura de discurso deshumanizador para racionalizar y justificar sus acciones genocidas junto con llamados a una limpieza étnica y una recolonización de Gaza.


Además, los ciudadanos israelíes que se oponen a la actual guerra genocida en Gaza están sufriendo una persecución política sin precedentes, como graves limitaciones de su derecho a protestar, detenciones violentas, pérdida de empleos y amenazas de muerte por parte de militantes de derecha. La situación es crítica. El Estado israelí de apartheid se está transformando en un régimen fascista a gran escala. Soldados y ciudadanos armados deambulan por el país, entendiendo que no hay límite a lo que se les permite hacer en defensa de la supremacía y el gobierno judíos.


El uso masivo de "bombas tontas" contra todos los habitantes de Gaza, el desplazamiento de la población de Gaza, la negativa a detener la guerra, sin importar el precio, y las prácticas militares que ponen en peligro a los cautivos restantes, muestran que los dos objetivos declarados del La guerra (desmantelar Hamás y traer de vuelta a casa a los secuestrados) no son los objetivos del gabinete. Estamos convencidos de que el objetivo político y militar israelí es limpiar Gaza de su población palestina mediante la muerte y la expulsión.


Es imperativo poner fin de inmediato al ataque genocida de Israel. También es la única esperanza de liberar a los rehenes israelíes supervivientes retenidos en Gaza. También deben ser liberados incondicionalmente los rehenes palestinos, los presos políticos, incluidos los niños presos y cientos de prisioneros retenidos sin cargos por Israel.


Como israelíes de origen judío insistimos: ¡Nunca más, por nadie!


Es esencial impedir que Israel lleve a cabo su plan declarado para completar la Nakba que comenzó en 1948. Sólo entonces podremos comenzar a desmantelar el apartheid israelí, restaurar los derechos de la población indígena palestina, incluida la implementación del derecho al retorno, reconocido en la resolución 194 de la ONU, y comenzar a co-crear una Palestina descolonizada donde todos los ciudadanos tendrán los mismos derechos independientemente de su fe, su grupo étnico o su identidad nacional.

Tel Aviv, 11 de enero de 2024

Israelis Against Apartheid

For more information: +970 595 300 540


11/1/2024 Israelis Against Apartheid Statement following ICJ Hearing


On this historic day of the International Court of Justice hearing of South Africa v. Israel, Israelis Against Apartheid would like to express our gratitude and support for South Africa’s appeal to stop the genocide in Gaza.


In recent months we have witnessed and alerted about the genocidal intent and genocidal actions of our government. We have in the past, and recently, called for international intervention in defense of The Palestinian population and are hopeful this is a first step to achieve that. We are also greatly concerned about other ongoing war crimes that are being carried against the Palestinian population, not only in Gaza but also in the West Bank.


Israel, like perpetrators of other historic genocides, has developed a culture of a dehumanizing discourse to rationalize and justify their genocidal actions alongside calls to ethnically cleanse and recolonize Gaza.


Furthermore, Israeli citizens who are opposing the current genocidal war on Gaza are suffering unprecedented political persecution, such as severe limitations of their right to protest, violent arrests, loss of jobs and death threats from right wing militants. The situation is critical. The Israeli Apartheid state is transforming to a full scale fascist regime. Soldiers and armed citizens are roaming the country, with an understanding that there is no limit to what they are permitted to do in defense of Jewish supremacy and jewish rule.


The massive use of “dumb bombs'' targeting everyone in Gaza, the displacement of the Gazan population, the refusal to stop the war, no matter the price, and military practices that endanger the remaining captives, show that the two declared aims of the war - dismantling Hamas and bringing the abducted back home - are not the cabinet's goals. We are convinced that the Israeli political and military objective is to cleanse Gaza of its Palestinian population through death and expulsion.


An immediate halt of Israel’s genocidal assault is imperative. It is also the only hope of freeing the surviving Israeli hostages held in Gaza. Palestinian hostages, political prisoners, including child prisoners and hundreds of prisoners held without charges by Israel, must also be unconditionally freed.


As Israelis of Jewish origin we insist: Never again, for anyone!


It is essential to prevent Israel from carrying out its declared plan to complete the Nakba that it began in 1948. Only then can we begin to dismantle Israeli apartheid, restore the rights of the Palestinian indigenous population, including the implementation of the right of return, recognized in UN resolution 194, and begin to co-create a decolonized Palestine where all citizens will have equal rights regardless of their faith, their ethnic group or their national identity.


Israelis Against Apartheid

For more information: +970 595 300 540

Vídeos subtitulados sobre Palestina

martes, 26 de diciembre de 2023

Judith Butler: fragmentos de su conferencia de 7 de febrero de 2013 en el Brooklyn College sobre Palestina y el movimiento BDS

 

Entre los escritores y políticos que han manifestado su apoyo al movimiento BDS de Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel sobresale la filósofa estadounidense de origen judío Judith Butler, de la que recogemos algunos fragmentos de su intervención con Murid Barghouti en el Brooklyn College, conferencia que provocó una gran polémica en los medios universitarios norteamericanos debido a las presiones del lobby proisraelí para que se suspendiera.


Entonces comencé a tomar conciencia y poco a poco me fui convenciendo de que la fundación de Israel se basaba en un crimen contra los palestinos. Después siguieron otros crímenes. La opresión de los

palestinos —que perdieron sus tierras, cuya vida cotidiana se ve perturbada por la ocupación, que siguen viviendo hoy en un estado de depresión permanente— es algo de lo que debemos ocuparnos.

La opresión existe en todo el mundo, pero hay cierto número de cosas que hacen que el conflicto israelo-palestino sea especial. En primer lugar, Israel se presenta ante el mundo como una democracia, un país similar a cualquier otro Estado occidental, cuando de hecho está cometiendo crímenes contra la humanidad. Ha creado un Estado que está dividido según criterios raciales, como el régimen del apartheid en Sudáfrica. Europa y los Estados Unidos lo sostienen en el plano militar y financiero. Hay por tanto una enorme hipocresía: ayudamos a un país que dice ser una democracia, le apoyamos de todas las maneras posibles, y eso que está implicado en crímenes contra la humanidad. ...

La Ley del Retorno israelí se extiende a todos los judíos que viven en la diáspora, lo que significa que si no fuera por mis ideas políticas también yo sería candidata a convertirme en ciudadana de ese Estado. En paralelo, a los palestinos que solicitan el derecho al retorno se les niega. Quienes sostienen que es porque debe preservarse «la superioridad demográfica judía» tienen que preguntarse si eso no es incompatible con los principios democráticos. Si la respuesta es que «los judíos solo estarán seguros si conservan su condición de mayoría», habrá que recordarles que un Estado que se afana por mantener dentro de sus fronteras a un grupo en permanente situación de minoría privada de derechos, que rechaza ofrecer una reparación o el retorno a la población expulsada de sus tierras y hogares, que subyuga a más de 4 millones de personas bajo ocupación sin derecho a desplazarse ni garantías legales ni autodeterminación política, y que a otros 1,6 millones les somete a estado de sitio en Gaza, bajo racionamiento, administrando el desempleo, bloqueando los materiales de construcción para reconstruir las viviendas y las instituciones bombardeadas, aumentando su vulnerabilidad con bombardeos indiscriminados que ocasionan daños y muerte generalizados, habrá que recordarles que cualquier Estado que actúe así engendra un movimiento de rechazo.

Otra de las objeciones que se nos ha planteado es que con el BDS viene un segundo holocausto. Hay que tener mucho cuidado a la hora de usar así el Holocausto, porque convertir el término en un arma para estigmatizar la disidencia política deshonra la memoria de más de 6 millones de judíos y otros 4 millones de gitanos, homosexuales, personas discapacitadas, comunistas y enfermos físicos y mentales masacrados. Judíos o no, debemos mantener intacta y viva esa memoria histórica, y rechazar tanto el revisionismo como que se explote políticamente. No se puede explotar ni reavivar el trauma de las atrocidades de Hitler para acusar y silenciar a quienes sostienen opiniones políticas diferentes, incluyendo las críticas legítimas al Estado de Israel. Tales prácticas no solo instrumentalizan y degradan la memoria del genocidio nazi, sino que contribuyen a que se generalice cierto cinismo cuando surgen acusaciones de antisemitismo y posibles premoniciones de un nuevo genocidio.

Después de todo, cuando estas expresiones se intercambian como munición de guerra, se convierten en toscos instrumentos de censura y autolegitimación y dejan de dar nombre y aludir a la terrible realidad política que las dotó de significado. Cuanto más se explotan tácticamente tales acusaciones e invocaciones, más escéptica y cínica se vuelve la opinión pública sobre su verdadero uso y significado. Hacerlo implica violar ese episodio de la historia, insultar a la generación de supervivientes y volver a poner en circulación con hipócrita vehemencia un asunto traumático —en una especie de frenesí sádico, para decirlo sin rodeos— con el único fin de defender y legitimar el régimen de un Estado altamente militarizado y represivo. Sobre el uso del Holocausto para legitimar el carácter destructivo y militar israelí, Primo Levi escribió en 1982: «Niego toda validez a esa defensa».

La conferencia se recoge en el libro BDS por Palestina (págs. 231-247).

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