Comunicado de Publishers for Palestine
Editores por Palestina es un colectivo
global de más de 500 editores y trabajadores editoriales con sede en 50 países
de todo el mundo. Defendemos
la justicia, la libertad de expresión y el poder de la palabra escrita. Los proyectos P4P se pueden encontrar en
nuestro sitio web y en Instagram @publishers4palestine y X @pubforpalestine. Lea nuestra DECLARACIÓN DE SOLIDARIDAD
CON PALESTINA (11/03/2023). Descargue
nuestra colección gratuita de Poemas por Palestina
Desde la ola de condenas
desatada el pasado mes de octubre por la cancelación de una ceremonia de entrega de premios a la escritora palestina Adania Shibli*, que iba a recibir el premio LiBeratur en
la Feria del Libro de Frankfurt, el intento de silenciar a los palestinos y el
apoyo a la la causa palestina por parte de las instituciones culturales
occidentales no ha hecho más que crecer. Al mismo tiempo, también se ha intensificado a gran escala la investigación de la complicidad institucional con el apartheid y el genocidio
israelíes. El movimiento BDS
ha logrado importantes victorias, incluida la desinversión de universidades y
empresas, y el Festival Hay-on-Wye 2024 y el Festival Internacional del Libro
de Edimburgo anunciaron recientemente que pondrían fin a su colaboración con la
empresa de inversiones Baillie Gifford, cómplice de la destrucción del clima,
del apartheid y del genocidio israelíes. La ruptura por parte de Baillie Gifford
de sus relaciones de financiación con todos los festivales literarios del Reino
Unido y la retirada de su participación en la multinacional minera Rio Tinto,
así como la reducción a la mitad de la participación de Scotiabank, el
principal patrocinador artístico canadiense, en el fabricante de armas israelí
Elbit Systems, son indicios de un cambio y de una brecha significativa entre
las grandes empresas e instituciones culturales, por un lado, y sus
trabajadores, sus audiencias y el público en general, por el otro. Las
principales organizaciones internacionales de derechos humanos siguen haciendo
sonar la alarma sobre las horribles y crecientes violaciones de derechos
humanos cometidas por Israel contra millones de palestinos. Muchas de ellas fueron descritas en la
denuncia presentada en diciembre ante el Tribunal Internacional de Justicia por
Sudáfrica contra Israel por crimen de genocidio. A pesar del fallo de enero de este Tribunal de que Israel
probablemente estaba cometiendo genocidio, sus fallos posteriores de que Israel
debe autorizar la entrega de ayuda humanitaria y poner fin a las operaciones
militares en Rafah, y la presentación por parte del Tribunal Internacional de
Justicia de solicitudes de órdenes de arresto contra altos funcionarios
israelíes, así como los levantamientos masivos de estudiantes y trabajadores a
favor de la liberación de los palestinos y el fin de la complicidad con Israel
en todo el mundo, la campaña genocida de Israel contra el pueblo palestino en
Gaza continúa sin control por parte de sus principales partidarios, los EE.UU.
y otras potencias coloniales occidentales.
A los escritores y editores les preocupa
especialmente que la Feria del Libro de Frankfurt (FBM), el evento de la
industria del libro más grande del mundo, siempre haya acogido calurosamente la
presencia del Israel del apartheid. Podría pensarse que, ante las acciones de Israel y la creciente
indignación internacional, instituciones culturales como la FBM retirarían su
apoyo, condenarían a Israel por sus violaciones y romperían relaciones. Sin embargo, la posición inicial de la
Feria del Libro de Frankfurt, que apoyó firmemente a Israel durante su
celebración en octubre pasado --posición que se reflejó en declaraciones en
nombre de la Feria y de su director general, Jurgen Boos, y a través de planes
para hacer que las voces israelíes fueran "especialmente visibles”
mediante una programación especial, incluido un panel titulado “In Sorge um
Israel” [Preocupados por Israel]-– no ha cambiado hasta el día de hoy, y la FBM
ha mantenido en los meses siguientes un silencio ensordecedor sobre el genocidio en curso.
Ese apoyo expreso y tácito contrasta marcadamente con las prohibiciones
nacionales emitidas por la FBM, incluida la prohibición permanente impuesta a
Rusia desde 2022, invocando la “violación del derecho internacional” tras la
invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un boletín informativo de la FBM distribuido el 24 de abril
contiene un artículo titulado “Mercado del libro en Ucrania: bibliotecas en
ruinas y nuevas librerías”, que dice: “Hay una pregunta que se hace
regularmente a los editores en eventos internacionales y conversaciones
privadas: ¿cómo se las arregla para continuar trabajando durante la guerra?". Sin embargo, la FBM no hace
ninguna mención de Gaza, donde escritores, académicos, editores, bibliotecas,
universidades e impresores fueron atacados mucho antes del 7 de octubre y han
sido brutalmente atacados en los meses posteriores para eliminarlos. Esta destrucción del saber ha sido
ampliamente documentada en un informe detallado de Bibliotecarios y Archiveros
con Palestina. Posteriormente,
las Naciones Unidas han informado de un “escolasticidio” en Gaza. Todas las universidades de Gaza han sido
destruidas. El hecho de que
la FBM no haya anunciado todavía una prohibición a Israel similar a la impuesta
a Rusia, ni haya expresado ni siquiera un atisbo de preocupación por la
violación de las leyes internacionales por parte de Israel, pone de relieve una
incongruencia ya existente. Sin embargo, la complicidad de la Feria del Libro
de Frankfurt va más allá de su mensaje público y solo puede entenderse a través
de sus estrechas relaciones con el gobierno alemán y dos imperios editoriales
alemanes, convertidos en multinacionales multimillonarias: Holtzbrinck
Publishing Group y Bertelsmann SE & Co. KGaA. Primero debemos poner de
relieve la importancia de la esfera cultural israelí --incluido el mundo de la
edición y la literatura-- en el mantenimiento del apartheid israelí. El hecho de que el Estado israelí
dependa en gran medida de su cómplice sector cultural y colabore estrechamente
con él para blanquear su imagen se hizo público cuando Nissim Ben-Sheetrit, ex
director general adjunto de Brand Israel, admitió abiertamente no diferenciar
"entre la hasbara [propaganda] y la cultura”. El nuevo libro de Maya Wind, Torres de marfil y acero: cómo las
universidades israelíes niegan la libertad palestina, detalla el papel de
las universidades, en particular su papel en esta no diferenciación, esta
colaboración y esta complicidad. Según Naomi Klein, la investigación de Maya Wind "revela
innumerables formas en que las instituciones educativas más famosas y
reconocidas del país están totalmente implicadas en la violenta máquina de
desposesión, ocupación, encarcelamiento, vigilancia, asedio y bombardeo militar
de los palestinos. Esta integración de las artes y la cultura en los objetivos
del Estado israelí ha sido cuestionada durante mucho tiempo por la Campaña
Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI), miembro fundador
del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) liderado por los palestinos. Lanzada hace veinte años, la PACBI hizo
un llamamiento al resto del mundo para que cesara toda colaboración con
instituciones culturales y universitarias israelíes cómplices. Para quedar fuera del llamamiento al
boicot de la PACBI, una institución debe hacer dos cosas: distanciarse del
genocidio israelí y del régimen colonial de apartheid subyacente, y
respaldar todos los derechos del pueblo palestino según el derecho
internacional, incluido el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
La feria del libro más grande del
mundo y el clima de censura en Alemania
El programa de la Feria del Libro de
Frankfurt 2024 se hará público este mes [país anfitrión: Italia]. Antes
de su publicación, la censura internacional y la preocupación han seguido
creciendo debido a la restricción de los derechos civiles por parte del
gobierno alemán, que está utilizando tácticas represivas para silenciar la
solidaridad con Palestina. En
los últimos meses, estas tácticas han incluido irrumpir y clausurar
violentamente el Congreso Palestino en Berlín, así como prohibir al cirujano palestino-británico
y rector de la Universidad de Glasgow, Dr. Ghassan Abu-Sittah, ingresar a
Alemania y asistir al Congreso (no solo en persona, sino también en línea) . Cuando
intentó entrar en Francia en mayo para hablar ante el Parlamento francés sobre
su experiencia en Gaza, Abu-Sittah descubrió que Alemania había llegado al
extremo de implementar en su contra una prohibición de viajar durante un año
por toda Europa.
Más recientemente, Alemania aprobó una
ley que exige que los solicitantes de ciudadanía afirmen el “derecho a existir”
de Israel, un régimen de apartheid de 76 años contra el pueblo palestino, en
lugar de cumplir con sus obligaciones de poner fin a su complicidad con este
régimen.
Detrás de esta práctica estatal de
censura extrema se esconde el enorme apoyo militar y diplomático de Alemania a
Israel. Alemania
suministra casi la mitad de las armas que se entregan actualmente a Israel (en segundo
lugar después de Estados Unidos) y es su principal socio comercial en Europa y
su cuarto socio exportador en la región.
La industria editorial alemana es una de
las más grandes del mundo, con un valor de 11.400 millones de dólares en 2022; Las
ventas de libros en Alemania son enormes, solo por detrás de Estados Unidos y
China. La
explotación de las publicaciones por parte del gobierno nazi para su propaganda
constituye un oscuro precedente histórico. Pero
hoy en día es difícil hablar de una relación de plena competencia. En
un ejemplo reciente, la Comisión de Monopolios presionó para que se eliminara
la política de precio fijo de los libros, diseñada para proteger los libros
como objetos culturales, calificando la ley de “molestia regulatoria de primer
orden”. Tal
supresión plantearía serios problemas a los pequeños editores y libreros e
inevitablemente reduciría la presencia de voces progresistas en el clima
cultural ya muy controlado de Alemania. Pero
los objetivos de la Comisión en términos de economía de mercado son claros: “el
interés cultural y político de la legislación nacional sobre los libros debe tener
en cuenta la importancia de una competencia no distorsionada”.
Única
por su estructura y su tamaño, la Feria del Libro de Frankfurt acoge cada año a
9.000 expositores y su muy completa programación está dirigida tanto al público
como a la industria. La
FBM es una filial de la Börsenverein des deutschen Buchhandels, la asociación
alemana que supervisa todos los sectores del comercio del libro, incluyendo la
edición, la producción, la venta al por mayor y la distribución, y que también
se ocupa del lobby político. La
FBM mantiene relaciones con los gobiernos locales, regionales y federal y está
profundamente vinculada con el Estado alemán. La
financiación proviene del gobierno alemán, incluido el Ministerio Federal de
Asuntos Exteriores, así como de los contratos e inscripciones de los expositores
y los participantes de todo el mundo.
La feria se celebra cada año durante el mes
de octubre en Messe Frankfurt, un enorme centro de exposiciones y conferencias
situado en el centro de la ciudad. El
centro de exposiciones, junto con otras instalaciones físicas, instalaciones de
telecomunicaciones y una red internacional de salas de conferencias anejas es
propiedad de Messe Frankfurt GmbH y está gestionado por ella. La
ciudad de Frankfurt posee una participación del 60% y el Estado federado de
Hesse, un 40%. En
marzo de 2023, cuando la ciudad de Frankfurt canceló un concierto de Roger
Waters debido a su apoyo a Palestina, la ciudad fue citada en la decisión
"como accionista de Messe Frankfurt GmbH".
Messe Frankfurt, una gran multinacional,
tiene una filial israelí y contratos de convenciones en todo el mundo, incluido
Intersec, una "feria de seguridad nacional, servicios de emergencia,
vigilancia y cibernética" que presentó drones, vigilancia y tecnología
militar israelíes. Se
espera que la edición de 2025 de Intersec incluya un taller contra drones con
un excontratista del Tsahal [las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI)] y una
empresa israelí de vigilancia digital. Como
explica Antony Loewenstein en
The
Palestine Laboratory: How Israel Exports the Technology of Occupation Around
the World,
las industrias
israelíes de tecnología y vigilancia se están desarrollando y utilizando de
manera agresiva contra las vidas de los palestinos,
constituyendo así campos de prueba para planes de brutal expansión militar en
otros lugares. La
Feria de Frankfurt también fue sede del Congreso Alemán de Israel, inaugurado
en 2010 y descrito como “el evento pro-israelí más grande de Europa”. Su
objetivo, como afirma el informe de la Feria de Frankfurt de 2018, es
“fortalecer las relaciones bilaterales entre Israel y Alemania a todos los
niveles”.
Aunque la participación de editores
israelíes en la Feria del Libro de Frankfurt parece haber disminuido en los
últimos años, en 2004, veinticuatro editoriales aparecieron en el pabellón
nacional israelí bajo la coordinación del Ministerio de Asuntos Exteriores y el
Instituto Israelí de Exportación y Cooperación Internacional, junto con una
exposición especial diseñada para celebrar los 40 años de relaciones
diplomáticas germano-israelíes. Entre
los “editores” se encontraban think tanks israelíes, así como el
Ministerio de Defensa israelí. En
2018, acudió la editorial Lavi P. Enterprises Ltd., cuyo fundador Pierre H. Lavi (nacido en
Teherán en 1963) es un exoficial de inteligencia del Tsahal. Una
foto publicada por Deborah Feldman, autora de Unorthodox, un libro
adaptado en una popular serie de Netflix lanzada en 2020, ha atraído mucha
atención en línea. La
foto mostraba una sección de la librería PowerHouse de Brooklyn dedicada a
Israel y Palestina. Comentario
de Feldman que acompaña a la foto: "Esta sección podría hacer que se cerrara una
librería en Alemania".
Inversiones masivas de multinacionales
editoriales alemanas en tecnología israelí
En el mundo editorial, al margen de la
Feria del Libro de Frankfurt, dos de las “cinco grandes” editoriales, Macmillan
Publishers y Penguin Random House, pertenecen respectivamente a las
multinacionales alemanas Holtzbrinck Publishing Group y Bertelsmann SE & Co
KGaA, antes mencionadas.
Holtzbrinck, propietario de Macmillan y
de numerosas editoriales en todo el mundo, incluidas Scientific American,
Springer y el semanario nacional alemán Die Zeit, posee 3.810 millones
de dólares en activos en todo el mundo, declaró ventas por valor de 4.140
millones de dólares en 2022, posee 400 empresas en todo el mundo y al menos
nueve grandes carteras de inversión que incluyen inversiones multimillonarias
en tecnologías israelíes, inteligencia artificial, tecnologías de vigilancia y
seguridad, incluidas adquisiciones recientes de empresas a través de b2venture
e Insight Partners.
Georg von Holtzbrinck (1909-1983),
tarjeta de miembro del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) n.º
2.126.353, expedida el 1 de mayo de 1933. Holtzbrinck
organiza el desayuno del Foro Internacional del Libro de Jerusalén en la Feria
del Libro de Frankfurt, un evento anual de larga duración en la FBM, y ha sido
el patrocinador principal del Zev Birger Editorial Fellowship program del Jerusalem
International Book Forum (JIBF) desde 1985, cuando ayudó a establecer el
programa. Holtzbrinck
es donante del Museum on the Line, "un museo israelí situado en la
división este-oeste de Jerusalén" que reivindica el estatus de "primer museo sociopolítico de Israel para el arte contemporáneo, que promueve
la igualdad, los derechos del hombre y la diversidad"[**]. La
Feria Internacional del Libro de Jerusalén, un evento que antes fue público y
ahora se ha centrado en la industria, canceló su edición de 2024, anunciando que
regresaría en 2025, con una referencia indirecta a "la situación actual en
Israel y la región". El
apoyo de Holtzbrinck a las empresas israelíes de nueva creación va más allá del
aspecto financiero y se extiende al alcance de sus publicaciones. One
Investment Portfolio se jacta: "Además de con recursos financieros,
apoyamos a las empresas de nuestra cartera con experiencia en gestión y una red
internacional de inversores", y continúa describiendo un "programa
exclusivo de inversión de capital en medios [que] ofrece acceso a marcas sólidas
como como Handelsblatt [periódico económico], Wirtschaftswoche
[semanario económico], Die Zeit y Apotheken Umschau [revista
popular sobre salud] y, por tanto, una enorme difusión en los respectivos
grupos destinatarios”.
Bertelsmann, uno de los conglomerados de
medios más grandes del mundo, que declaró un beneficio récord de 32.800
millones de euros en 2022, es propietario de Penguin Random House y de empresas
que incluyen el conglomerado internacional de medios RTL Group, el sello
musical y editor BMG, el grupo financiero e informático Arvato. así como varios
subgrupos de Bertelsmann en los campos de la educación, la imprenta y la
radiodifusión. En
lo que parece ser un contexto de leyes antimonopolio laxistas, el modelo
editorial de Bertelsmann ha abarcado durante mucho tiempo todos los sectores
del mercado del libro, con participación no solo en la edición, sino también en
la distribución, venta de libros e impresión en Alemania. En
2000, el ex director general de Bertelsmann, Thomas Middlehoff, fue citado en
el New York Times enfatizando la importancia de la empresa para la Feria
del Libro de Frankfurt: "Sabes", dijo, "es realmente mi feria...
Es la feria del libro de Bertelsmann".
Al igual que sucede con Holtzbrinck, la
expansión mundial de Bertelsmann se extiende mucho más allá de sus orígenes
editoriales, con carteras de inversión millonarias en todo el mundo, que
también incluyen inversiones considerables en tecnología israelí, inteligencia
artificial, vigilancia y tecnologías de seguridad.
Bertelsmann es responsable de un
“intercambio germano-israelí de jóvenes líderes”. En
la cobertura de una velada de presentación de 2019, el sitio web de Bertelsmann
explica cómo "los empresarios israelíes podrían aprovechar las capacidades
de Alemania en inteligencia de procesos y planificación" y destaca cómo
las relaciones germano-israelíes se beneficiarían de ello. Otro
informe de Bertelsmann examina la capacidad de Renania del Norte-Westfalia para
colaborar con Israel en los ámbitos de la ciberseguridad y la inteligencia: “En
el caso específico de Renania del Norte-Westfalia, las posibles sinergias con
el mercado israelí surgen del alto grado de complementariedad entre los dos
ecosistemas".
Otro informe de Bertelsmann titulado
“Innovación alemana e israelí: lo mejor de ambos mundos” analiza el apoyo y la
colaboración entre las Fuerzas de Defensa de Israel y los servicios de
inteligencia israelíes. Destaca
la importancia de las FDI para el sector de alta tecnología y la utilidad del
servicio militar obligatorio para el sector a través de "programas de
élite que producen empresarios que se mantienen en contacto a través de
programas de exalumnos", conecta a las comunidades académicas y
científicas con estos proyectos y, además, destaca la importancia de recopilar
y descifrar datos de la Inteligencia de Israel para "empresas de datos o
empresas cibernéticas que disfrutan de una excelente reputación en el
mercado".
El documento también analiza las oficinas
de transferencia de tecnología que fueron establecidas con el objetivo
explícito de comercializar el conocimiento generado por las universidades
públicas, y describe la estructura de ganancias de Israel, que integra
"fuerzas armadas, universidades en colaboración con oficinas de
transferencia de tecnología, autoridades gubernamentales, sucursales
multinacionales y laboratorios de I+D, fondos de capital riesgo, incubadoras y
aceleradores”, como un “ecosistema de innovación” deseable.
Hasta el día de hoy sigue publicada una
declaración en el sitio web de Bertelsmann del 23 de octubre de 2023, que
destaca la base económica de la relación de la empresa con Israel:
“Estamos
firmemente al lado de nuestros amigos y socios israelíes y del Estado de Israel. A
lo largo de las décadas, Bertelsmann e Israel han desarrollado vínculos de
amistad estrechos y extremadamente estables. Esta
amistad se extiende desde el compromiso de la familia Mohn, accionistas, con
los proyectos de la Fundación Bertelsmann, incluidas las actividades e
inversiones de Bertelsmann en Israel. Nuestra
solidaridad sin reservas va para el pueblo de Israel”.
Ayer beneficiarios del nazismo, hoy
cómplices de Israel
También merecen atención las raíces
históricas de Holtzbrinck y Bertelsmann.
A
pesar de los esfuerzos anteriores por restar importancia a sus vínculos con la
Alemania nazi, a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000 se
reveló que ambas compañías habían construido explícitamente sus imperios
editoriales gracias a la colaboración y el oportunismo con el Estado nazi. Según
artículos de Vanity Fair, Irish Times y Radio Free Europe, el imperio
editorial Holtzbrinck --que entonces abarcaba Macmillan y numerosas
editoriales, entre ellas St. Martins, Picador y Fischer Verlag, Die Zeit, y que
difundía muchas de las publicaciones más conocidas de autores de lengua inglesa--
fue "construido sobre el nazismo". En
el momento en que se publicaron estos artículos, Bertelsmann acababa de tomar
el control de Random House, que incluía a Knopff y sus filiales, y ya había
adquirido Bantam, Doubleday, Delacourt y muchas otras.
En lo que David Margolick considera en su
artículo de Vanity Fair un “giro del destino”, Teddy Kollek, a quien se
refiere como “uno de los grandes héroes del sionismo”, había “dado regularmente
testimonio del carácter” del fundador Georg von Holtzbrinck, a quien se
refería como "ese exnazi".
Ronald Eggleston desarrolló esta historia
en su artículo de 2002 para Radio Free Europe ["Alemania: Las editoriales examinan
su pasado y no les gusta lo que encuentran"]. Georg
von Holtzbrinck se unió al Partido Nazi en 1933 y
permaneció leal al Tercer Reich durante toda su duración. Eggleston
también señala que "von Holtzbrinck, después de la Segunda Guerra Mundial,
gozó de la reputación de un amigo de Israel que cultivó el apoyo de los dirigentes
judíos y proporcionó apoyo financiero y de otro tipo a muchas instituciones de
Jerusalén".
Los libros de campaña de Bertelsmann: el
mayor regalo para nuestros soldados. Cada volumen 1,50 Reichsmark, expedición
de campaña 1,60. Josef
Grabler, Con bombas y ametralladoras en Polonia, edición popular RM2,85. Un
libro reeditado sin complejos en 2022 por epubli.
Eggleston describe cómo Bertelsmann “usó
sus vínculos con el régimen nazi para pasar de ser un editor provincial de
libros religiosos luteranos a un editor de masas”. El
presidente de Bertelsmann, Heinrich Mohn, "era miembro de un grupo que
apoyaba a la policía especial nazi de las SS con donaciones mensuales y también
ayudaba a otras causas nazis". Según
Eggleston, Bertelsmann construyó su imperio sobre la base de la propaganda nazi
y publicó 19 millones de libros de "literatura heroica y escapista para
soldados nazis". Bertelsmann
era el mayor proveedor de libros del ejército alemán, incluidos títulos
"plagados de temas antisemitas". Una
comisión que investiga los orígenes nazis de Bertelsmann también descubrió que
la empresa utilizó trabajos forzosos en una imprenta en Lituania utilizada para
algunas de sus publicaciones. La
comisión concluyó que "durante el Tercer Reich, Bertelsmann siguió siendo
una empresa comercial cuyas decisiones editoriales se basaban en el volumen de
negocios, los beneficios, las inversiones y otros datos fiscales".
La idea de que las decisiones de
Bertelsmann o Holtzbrinck estuvieron motivadas por razones económicas más que
ideológicas debería, en lugar de absolver sus malas prácticas, llamar nuestra
atención sobre la cuestión de por qué esas motivaciones deberían parecer menos
horrendas si el resultado final es la deshumanización y el genocidio de un
pueblo --en el pasado o en el presente--.
También
deberíamos analizar nuestro apoyo colectivo en el presente, en la industria del
libro y en general, no solo a la complicidad de instituciones como la Feria del
Libro de Frankfurt, sino también al sistema económico que facilita tales
relaciones y allana permanentemente el camino a la deshumanización con fines de
lucro.
*
Según
la asociación LitProm e.V., “Debido a la guerra iniciada por Hamás, que sufre
millones de personas en Israel y Palestina, el organizador Litprom e.V. ha
decidido cancelar la ceremonia de entrega de premios LiBeratur prevista para la
Feria del Libro de Frankfurt. Litprom busca un lugar adecuado para celebrar el
evento en una fecha posterior. En ningún momento se cuestionó la concesión del premio
a Adania Shibli”.
**
Situado
en la línea divisoria entre Jerusalén Este y Oeste, el edificio fue construido
por el arquitecto Andoni Baramki en un terreno vendido por la familia Turjman
en la década de 1930. Los sionistas se apoderaron ilegalmente de la propiedad
en 1948 y la utilizaron como puesto de observación militar hasta la guerra de
1967 y posteriormente como comisaría de policía. Los legítimos propietarios han intentado en vano
recuperar sus terrenos y edificios por vías legales. El edificio, que se convirtió en el "Museo Postal
de Turjman", fue inaugurado por Teddy Kollek en 1983. Su principal
mecenas, Georg von Holtzbrinck, murió en Alemania el mismo día de la
inauguración y Kollek (nacido en Viena) le rindió homenaje en alemán, expresándose
públicamente en ese idioma por primera vez. Renombrado Museo de la Línea en
1999 [la Línea es la línea de demarcación establecida tras el
armisticio firmado en 1949 al finalizar la guerra árabe-israelí de 1948], contó con el patrocinio de la familia Holtzbrinck hasta 2015.